El transporte ferroviario de mercancías pierde millones por el deslizamiento de tierras de Rastatt en el corredor Karlsruhe-Basilea
Una interrupción de los servicios ferroviarios en la ruta entre Basilea y Karlsruhe ha provocado una importante paralización del transporte de mercancías por ferrocarril entre Europa occidental e Italia. Numerosos trenes de mercancías han quedado varados, con pérdidas de millones de euros, según los grupos de presión de la industria holandesa. La ruta es utilizada por una media de 200 trenes de mercancías al día, lo que la convierte en uno de los principales corredores norte-sur de Europa.
El trastorno se debió a un deslizamiento de tierras en las obras del nuevo túnel de 4,27 kilómetros que se está construyendo en Rastatt. El movimiento desestabilizó las obras y la vía férrea existente. En estos momentos no está claro cuándo se reanudarán los servicios. En un principio se había anunciado la fecha del 26 de agosto, pero ya se ha aplazado a algún momento de septiembre, según Hans-Willem Vroon, de RailGood, un grupo de presión ferroviario holandés.
Gran catástrofe
En un esfuerzo conjunto con la Real Federación Neerlandesa de Transporte (KNV) y el Puerto de Rotterdam, el grupo de presión calificó la paralización de catástrofe mayor para la que no existe ningún plan de emergencia. Esto se debe, en parte, a que en estos momentos tampoco se dispone de líneas alternativas.
Las rutas habituales de desvío a través de Alemania no pueden utilizarse debido a las obras en curso. En las congestionadas líneas ferroviarias que van de Austria a Italia la capacidad residual para desviar el transporte de mercancías es escasa, aparte de los tiempos de tránsito sustancialmente más largos en el corredor intensamente utilizado.
Aparte de esto, las alternativas ofrecidas no son realistas, explicó Vroon. «Para utilizar vías de otros países pueden ser necesarias locomotoras diferentes. La ruta debe ser adecuada a la carga en tamaño y peso y el conductor de la locomotora debe conocerla para garantizar la seguridad».
Daños
En otros casos, el desvío es simplemente demasiado largo. Según el tipo de envío, esto puede causar más daños a la operación, prosigue Vroon. «Pensemos en alimentos estropeados, reclamaciones de empresas que reciben un envío con retraso, etc. Las rutas marítimas tampoco son una opción, se tarda muchos días, hasta una semana, en transferir el envío a un buque y llegar al destino».
La organización de presión holandesa representa a operadores con unos 124 trenes diarios, en su mayoría intermodales, en este corredor y calcula que sus perjuicios económicos ascienden a 5 millones de euros semanales, sin contar consecuencias indirectas como reclamaciones por daños o daños a la reputación. «Además de esto, el sector del transporte de mercancías por ferrocarril se arriesga a una pérdida de negocio porque los clientes pueden preferir otras opciones, como el transporte por carretera, o porque las locomotoras no estén disponibles temporalmente.»
Llamamiento a la acción
«Estamos muy preocupados por la garantía cualitativa y competitiva de la accesibilidad del interior de Europa por ferrocarril para el puerto de Rotterdam y los Países Bajos en su conjunto. Una interrupción a largo plazo no es una opción, especialmente cuando el sector ha sido testigo de la indisponibilidad de la red ferroviaria en los Países Bajos (Puente Moerdijk y Puente Caland) e Italia (Luino) este año», afirman los partidos holandeses en la declaración conjunta.
Piden un plan de acción inmediato y una comunicación adecuada, así como una lección aprendida para el futuro. «Esto exige una mejora fundamental de la cooperación internacional cuando se trata de obras de construcción de la red ferroviaria, así como la disponibilidad de un buen plan de emergencia. Corresponde a los Corredores Ferroviarios Europeos de Mercancías llevar esto adelante».