El transporte ferroviario de mercancías, aún más ecológico con estas traviesas ecológicas

Las primeras traviesas ecológicas de Europa se verán en Bélgica. La producción de las unidades a base de azufre comenzó ayer en las instalaciones del fabricante de Bonte en Henegouwen, Bélgica, y el gestor de infraestructuras Infrabel ya ha hecho el pedido de las primeras 200.000 unidades.

Las traviesas deben su título verde no sólo a su color, las unidades son más ecológicas que las tradicionales traviesas de hormigón. Producen un 40% menos de emisiones de CO2, son totalmente reciclables y duran entre 40 y 50 años. Pero se trata de un concepto revolucionario, ya que actualmente no existe ninguna infraestructura en Europa que utilice las traviesas verdes.

200.000 traviesas en 8 años

El fabricante belga de Bonte ganó el concurso de Infrabel en 2020. Infrabel encargó 200.000 traviesas de hormigón de azufre a razón de 25.000 al año durante 8 años. Este pedido es el resultado directo de un contrato gubernamental adjudicado a De Bonte en 2020. En esta licitación, Infrabel introdujo, por primera vez, diversos criterios medioambientales para la selección de un proveedor. En el futuro, Infrabel tiene previsto incluir estos criterios medioambientales en nuevas licitaciones.

Desde entonces, la cartera de pedidos de de Bonte se ha ido llenando. La ambición de la empresa es conquistar el mundo entero con este concepto, y actualmente está iniciando esta expansión manteniendo conversaciones con empresas de Francia y los Países Bajos. Infrabel está igualmente dispuesta a desempeñar el papel de pionera y a mostrar su compromiso con la reducción de las emisiones de carbono como ejemplo para otros gestores de infraestructuras.

«Utilizando traviesas verdes en las futuras obras, el gestor de infraestructuras podrá ahorrar 6.000 toneladas de CO2. Esto equivale a la producción anual de CO2 de 100 hogares belgas», afirma la empresa.

Las ventajas

Las traviesas de hormigón de azufre duran entre 40 y 50 años y tienen una resistencia a la carga dinámica de los trenes al menos tan buena como la de las traviesas tradicionales de hormigón a base de cemento. El hormigón de azufre es menos poroso que el hormigón convencional y, por tanto, menos susceptible a la entrada de agua. Pero, por encima de todo, hay tres importantes ventajas medioambientales:

  • Un 40% menos de emisiones de CO2 que la producción de traviesas de hormigón. El azufre sustituye al cemento y al agua como aglutinantes y se mezcla directamente con los granulados. Así se evita el proceso de transformación de la piedra caliza en cemento, que consume mucha energía y libera grandes cantidades de CO2. Además, el hormigón de azufre sólo necesita calentarse a 140°C antes de verterlo, mientras que para fabricar cemento se requiere una temperatura de 1400°C.
  • Totalmente reciclable: una traviesa de hormigón de azufre puede tener varias vidas. Porque el material puede fundirse y endurecerse una y otra vez. Por tanto, es 100% circular y puede reutilizarse por completo para fabricar una nueva traviesa.
  • Reciclaje de residuos: El hormigón de azufre permite recuperar azufre, un residuo de la industria petrolera.
Este artículo ha sido traducido automáticamente del original en inglés al español.

Autor/a Majorie van Leijen

Fuente: RailFreight.com