El transporte ferroviario de mercancías expresa sus dudas sobre la propuesta de ayudas estatales de la Comisión Europea
La Comisión Europea presentó el 18 de junio una propuesta para modernizar las normas sobre ayudas estatales al sector del transporte. Aunque la Asociación Europea de Transporte Ferroviario de Mercancías (ERFA) observa cambios positivos, también tiene reservas sobre la propuesta, pues teme que pueda dar lugar a ventajas injustas para algunas empresas del sector.
La adopción de la propuesta de la Comisión introduciría un nuevo conjunto de normas para determinar la aplicabilidad de las ayudas estatales a las empresas ferroviarias, en sustitución de las directrices actualmente en vigor desde 2008.
«Aunque las medidas de apoyo público pueden desempeñar un papel positivo, deben limitarse a ámbitos de interés común para evitar el falseamiento de la competencia y maximizar los limitados recursos financieros», advierte ERFA.
«Hay una cantidad limitada de dinero de la que puede disponer el transporte de mercancías por ferrocarril y tenemos que asegurarnos de que cualquier dinero se conceda con prudencia. Además, debemos ser siempre conscientes de los riesgos derivados de introducir ayudas estatales en un mercado competitivo», afirma el director de la asociación, Dirk Stahl.
Ayuda operativa
Según la organización, en lugar de conceder ayudas de funcionamiento, las directrices deberían centrarse en reducir el coste del uso de las infraestructuras. «La ayuda operativa puede convertirse a menudo en una herramienta de apoyo a modelos de negocio o métodos de organización del transporte que fracasan o no son eficaces. Hay que velar por que las ayudas de funcionamiento no creen una competencia desleal entre modos de transporte sostenibles y dentro de estos modos», explica.
ERFA destaca el ejemplo del tráfico de vagón único, para el que la Comisión no quiere un límite de distancia en las ayudas operativas. ERFA advierte que las ayudas sin limitación de distancia no sólo podrían hacerlo más competitivo que el tráfico por carretera, lo cual es deseable, sino también impulsarlo más allá de los trenes bloque. Este último, junto con el tráfico intermodal, tiene que hacer frente a un límite de distancia de 350 kilómetros en la ayuda operativa.
«La ayuda operativa en largas distancias que se concede por kilómetro puede hacer que el tráfico de vagón único entre en competencia directa con los trenes bloque.
La ayuda operativa en largas distancias que se concede por kilómetro puede hacer que el tráfico de vagón único compita directamente con el tráfico de trenes bloque, con lo que sólo se produciría un desplazamiento
de una forma de organizar un tren de mercancías a otra y no tener ningún impacto en la transferencia modal», escribe ERFA.
Ayudas a la interoperabilidad
La asociación señala como positivas las propuestas de la Comisión sobre ayudas a la interoperabilidad, pero ve margen de mejora. «Una de las principales cargas financieras a las que se enfrentan hoy en día las empresas ferroviarias es la obligación de invertir en tecnologías que tienen pocos beneficios directos, o ninguno, para las empresas de transporte de mercancías por ferrocarril», afirma ERFA.
«Por lo tanto, ERFA acoge con satisfacción que ERTMS haya sido señalado por la Comisión Europea como merecedor de un umbral más alto para la ayuda a la interoperabilidad, estableciendo el umbral de ayuda en el 80% en comparación con el 50% para otras formas de ayuda a la interoperabilidad.» No obstante, también desearía que el umbral se elevara aún más, hasta el 100% directamente.
Por último, la ERFA advierte que las ayudas a las nuevas conexiones comerciales deben abordarse con cautela. «Es necesario evitar situaciones en las que se establezcan nuevos servicios comerciales que dependan de ayudas estatales, lo que llevaría a una situación en la que, al cabo de cinco años, hubiera que interrumpir el servicio por inviabilidad financiera al resultar insostenible desde el punto de vista económico».
Ayudas a la reestructuración
La propuesta de la Comisión no establece directrices sobre las ayudas a la reestructuración de empresas con problemas financieros. ERFA afirma que «acoge con satisfacción la decisión de la Comisión Europea de que las ayudas a empresas en crisis queden excluidas del ámbito de aplicación del Reglamento y que, en su lugar, dichas ayudas se evalúen con arreglo a las Directrices sobre ayudas estatales de salvamento y de reestructuración de empresas no financieras en crisis.»
«La posibilidad de ayudas a la reestructuración tiene, por tanto, el potencial de crear distorsiones de la competencia y reducir los incentivos para que las empresas ferroviarias estatales lleguen a una buena situación financiera», explica ERFA. «Fundamentalmente, la introducción de una nueva posibilidad de ayuda a la reestructuración socavaría la inversión privada en el transporte ferroviario de mercancías».