La reapertura de la línea galesa Carmarthen-Aberystwyth es improbable
Los operadores de mercancías de Gales están atentos a los esfuerzos por restablecer la línea ferroviaria que une directamente Carmarthen y Aberystwyth. La línea se cerró en 1965, pero su restablecimiento podría contribuir a acelerar el resurgimiento del transporte de mercancías por ferrocarril en Gales. Sin embargo, el proyecto no cuenta con un apoyo universal.
El Gobierno galés encargó un estudio de viabilidad sobre la reapertura de la línea en 2018. Ese documento decía que no había grandes obstáculos para restaurar la línea, estimando que costaría aproximadamente 775 millones de libras (unos 900 millones de euros). Además, Traws Link Cymru, que se creó en 2013 para hacer campaña a favor de la reapertura de la línea, publicó en 2020 un informe en el que consideraba los factores que, en su opinión, deberían tenerse en cuenta en cualquier evaluación de la viabilidad económica de la línea.
Sin embargo, en una reunión reciente del Comité de Panorama y Escrutinio de las Comunidades Prósperas del Consejo del Condado de Ceredigion, el profesor Stuart Cole, consultor independiente de transportes, descartó las perspectivas de reapertura de la línea durante décadas, afirmando que, en su opinión, la conexión entre Carmarthen y Aberystwyth no tiene ninguna posibilidad de construirse en los próximos treinta años.
Financiación segura para restablecer el tráfico de mercancías y pasajeros
La sombría valoración del profesor Cole sobre las perspectivas de restablecer una conexión ferroviaria de tráfico mixto se basa, según él, en los aspectos económicos de la explotación del ferrocarril en una zona rural. El profesor Cole, creador de la red TrawsCymru y de Bwcabus, afirma que las soluciones basadas en la carretera son mejores para la ruta Aberystwyth – Carmarthen y para otras zonas de Gales donde antaño hubo ferrocarril. Sin embargo, otras líneas ferroviarias, como la Far North Line de Escocia, han visto recientemente su futuro mejor asegurado al acoger operaciones de transporte de mercancías similares a las posibles en Gales.
El presidente de Traws Link Cymru, Mike Walker, calificó la respuesta de «profundamente decepcionante» e instó al Gobierno galés a presionar a Westminster para conseguir la financiación necesaria para restaurar la línea. El Sr. Walker afirmó que se trata de una línea ferroviaria que nunca debió cerrarse en los años sesenta, y que casi con toda seguridad seguiría abierta en la actualidad si se hubieran tenido en cuenta los factores económicos y sociales contemporáneos cuando se tomó la decisión del cierre. «No hay más que ver la reapertura de la línea de ferrocarril de los Borders entre Edimburgo y Tweedbank para darse cuenta del estímulo social y económico que un nuevo ferrocarril puede aportar a una región», añadió Walker.
Conexiones fiables en todo Gales
La línea fue un popular medio de transporte tanto de pasajeros como de mercancías a lo largo del siglo XIX y principios del XX. A lo largo de los años, las operaciones de carga incluyeron el transporte de carbón y productos agrícolas a la costa para su exportación. Durante la Segunda Guerra Mundial, la línea también se utilizó para transportar municiones y material militar. Sin embargo, en la segunda mitad del siglo XX, la popularidad del ferrocarril decayó y la línea se enfrentó a una serie de retos, como la competencia del transporte por carretera y la falta de inversiones. Los servicios de pasajeros se suprimieron en 1965, mientras que el tráfico de mercancías se mantuvo hasta 1970.
Traws Link Cymru lleva una década haciendo campaña para convencer a la opinión pública de la necesidad de un servicio ferroviario fiable que conecte a toda la nación de forma mucho más eficaz. Los activistas se mantienen firmes en su creencia de que una de las únicas maneras de resolver los problemas a los que se enfrenta el oeste de Gales en términos de infraestructuras deficientes, pobreza y despoblación, es construir un corredor ferroviario en el oeste de Gales. Traws Link Cymru quiere asegurarse de que cualquier propuesta para utilizar la antigua plataforma ferroviaria, de la que queda intacto el 97%, vaya acompañada de garantías absolutas de que el restablecimiento del ferrocarril tendrá prioridad sobre cualquier desarrollo futuro.
