Aditivos de combustible para reducir el CO2 en el ferrocarril: El Grupo Grampet prueba una nueva solución

Las pruebas realizadas en tres locomotoras de Rumanía por el Grupo Grampet implican la utilización de un producto bastante innovador. Un aditivo para combustible, el SulNOxEco™ Fuel Conditioner, desarrollado por la empresa británica SulNOx, afirma ser capaz de revolucionar el perfil de combustión de los combustibles fósiles y disminuir sus emisiones de forma significativa.

El Grupo Grampet utiliza anualmente unas 10.000 toneladas de gasóleo en sus operaciones. Para reducir esta cifra, sólo las tres locomotoras que prueban el aditivo de SulNOx utilizan unos 40.000 litros de combustible al mes para desplazarse. Es comprensible que un uso tan amplio de combustibles fósiles genere enormes emisiones de CO2. Sin embargo, hay espacio para reducirlas sin cambiar a combustibles más sostenibles. He aquí cómo.

¿Son los aditivos para combustible algo nuevo?

Los aditivos para combustible utilizados en motores de combustión como los de las locomotoras diésel no son una innovación revolucionaria. Existen desde hace años y lo que hacen simplemente es mejorar la capacidad del combustible para quemarse de la forma más eficiente posible y liberar el máximo de energía para que un vehículo funcione.

La mayoría de las veces, los aditivos para combustibles también se basan en combustibles fósiles, explica SulNOx, lo que hace que su uso parezca «añadir más combustible fósil al combustible fósil». Por eso, según SulNOx, innovar en aditivos para carburantes es como luchar contra las emisiones de CO2 y la contaminación desde dentro. Dicho esto, aplicar una solución con aditivos para carburantes fabricados con ingredientes naturales y biodegradables que «hacen que los carburantes combustionen de forma más limpia y eficiente» se traduce en menos emisiones.

Una solución realista

Por supuesto, el objetivo último del transporte y del sector ferroviario es la descarbonización total. Funcionar con electricidad limpia o hidrógeno forma parte integrante de la estrategia de sostenibilidad de muchas empresas ferroviarias. Sin embargo, desde un punto de vista realista, éste podría ser un objetivo a largo plazo. Ya sea por las discrepancias en las infraestructuras a la hora de la electrificación o por los inmensos costes a la hora de comprar nuevo material rodante o renovar el antiguo, la industria ferroviaria aún no ha llegado a los combustibles totalmente sostenibles.

Por ello, una solución que minimizara las emisiones de los combustibles fósiles más utilizados podría ser, al menos, el punto de partida en la carrera hacia la descarbonización. Esto significa que hasta que la infraestructura y el material rodante alcancen el objetivo a largo plazo de la descarbonización, mientras tanto, todavía hay que tomar medidas, por ejemplo, minimizando las emisiones del material rodante existente que funciona con gasóleo u otros combustibles fósiles.

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Este artículo ha sido traducido automáticamente del original en inglés al español.

Autor/a Nikos Papatolios

Fuente: RailFreight.com