Rasht – Astara: se anuncian nuevas iniciativas pero persisten los viejos problemas
La construcción del ferrocarril Rasht-Astara, en el noroeste de Irán, es una de las piezas clave que faltan en el Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur. A pesar de que se han anunciado nuevas iniciativas, persisten algunas incertidumbres, pues aún no se ha perfilado el trazado de la línea.
En cuanto a las nuevas iniciativas, Rusia e Irán acordaron recientemente implantar juegos de ruedas deslizantes para facilitar el cambio de ancho de vía en Astara, en la frontera entre Irán y Azerbaiyán. Las redes ferroviarias rusa y azerbaiyana están equipadas con el ancho de vía ancho (1520 mm), mientras que Irán utiliza el ancho estándar (1435 mm).
La introducción de ejes de ruedas deslizantes permitiría prescindir de terminales de recarga en Astara. En otras palabras, esto permitiría a los trenes circular directamente desde San Petersburgo, en Rusia, hasta el puerto iraní de Bandar Abbas sin tener que recargar la carga. Este proyecto está siendo desarrollado por el Instituto Ruso de Investigación Científica para el Transporte Ferroviario.
El aspecto final de Rasht-Astara sigue siendo una incógnita
A pesar de los diversos proyectos anunciados, la construcción real del ferrocarril Rasht-Astara sigue siendo una incógnita. A finales de 2023, funcionarios iraníes afirmaron que la construcción podría comenzar a principios de 2024, pero todavía no se ha puesto ninguna piedra. Los principales requisitos que deben cumplirse antes de que pueda iniciarse la construcción son los trabajos de geodesia, diseño y topografía. Sin embargo, parece que Irán sólo está dispuesto a permitir que estos procesos se lleven a cabo en sólo el 20% de la ruta, unos 30 kilómetros.
Hasta que estas iniciativas no se lleven a cabo en toda la zona que abarcará la nueva línea, no se podrá firmar ningún contrato para la construcción, según ha declarado un representante del Ministerio de Transportes ruso al medio ruso RZD Partner. Esto significa que aún no se puede redactar el trazado concreto que seguirá la nueva línea. Rusia e Irán ultimaron recientemente un acuerdo relativo a la financiación de la construcción del ferrocarril Rasht-Astara, que preveía que Rusia asumiera la mayor parte de los costes.
