La frontera entre Kazajstán y China sigue siendo un obstáculo para el tráfico ferroviario

Los cruces fronterizos entre Kazajstán y China, excesivamente congestionados, siguen siendo un problema para el tráfico ferroviario. La parte kazaja no puede hacer frente a la cantidad de mercancías entrantes, lo que ha provocado una cola de 55 trenes en el paso fronterizo de Dostyk. El país centroasiático ha prorrogado hasta finales de mes la prohibición anterior del tráfico de contenedores.

En un principio, los Ferrocarriles Kazajos (KTZ) tenían previsto suspender el tráfico de contenedores a Dostyk sólo hasta el 11 de septiembre. Parece que esa medida no bastó para resolver la acumulación de 55 trenes en el paso fronterizo. Ahora, la prohibición se amplía hasta principios de octubre, escribe en Telegram la Asociación kazaja de transportistas de mercancías.

La situación se ve agravada por las obras de infraestructura previstas para construir vías dobles entre Dostyk y la estación de Moyynty, en el sur de Kazajstán. «Teniendo en cuenta las obras de construcción en el tramo Dostyk-Moyynty y la reparación de la infraestructura en la estación de Moyynty, se tomó la decisión de prorrogar la prohibición hasta finales de septiembre», dice KTZ.

Además, el tráfico en dirección sur desde la estación quedará suspendido los días 26 y 27 de septiembre, y el tráfico en dirección norte no podrá transitar por la estación los días 27 y 28 de septiembre.

Un nuevo paso fronterizo para 2027

El paso fronterizo de Dostyk no es el único que está teniendo problemas. El 13 de agosto, la publicación de Telegram LogiStan informó de que también había problemas en el paso fronterizo de Khorgos. Los contenedores inundaban el paso, porque no había suficientes plataformas para procesarlos todos.

Para mejorar la situación, Kazajstán y China planean abrir un nuevo paso fronterizo para 2027, informa la publicación kazaja LS. Estará situado cerca de la ciudad de Bakhty, en el extremo de una nueva línea ferroviaria que Kazajstán está construyendo. La línea tendrá una longitud total de 272 kilómetros, y se prevé que todo el proyecto cueste alrededor de 1.000 millones de euros.