UK Prime Minister Rishi Sunak working on government folder on board a train in a first class carriage

El Gobierno británico, acusado de retrasar la transición a Great British Railways

El sector ferroviario teme que la transición de Network Rail a la nueva agencia general Great British Railways se retrase indefinidamente. Más de sesenta directivos de empresas ferroviarias, incluidos representantes del sector del transporte de mercancías por ferrocarril, han escrito al Primer Ministro británico, Rishi Sunak. El retraso será perjudicial para todo el sector, afirman.

La demora también puede acumular más costes para el contribuyente, que una fuente ya ha estimado en cubrir cincuenta millones de libras (casi sesenta millones de euros). La diputación de líderes ha instado al primer ministro a no retrasar la legislación para promulgar los planes de reforma ferroviaria del gobierno en el próximo año parlamentario.

La legislación es necesaria para crear Great British Railways (GBR), que unificará en un solo organismo las operaciones de vías y trenes. De momento, la única decisión tomada ha sido ubicar la sede de la nueva organización en Derby, una ciudad que ya se encuentra en el corazón de la industria ferroviaria.

Sede y logotipo y poco más

En el marco de una reforma masiva de la actividad ferroviaria en el Reino Unido, el informe Williams Rail Review, auspiciado por el Gobierno, recomendaba sustituir la agencia de gestión de infraestructuras establecida, Network Rail, por un organismo de mayor alcance. El informe, rebautizado posteriormente como Plan Williams-Shapps para el Ferrocarril, dio lugar a la creación del Equipo de Transición de los Ferrocarriles Británicos (GBRTT), que está trabajando ostensiblemente para lograr ese cambio.

Welder at work on the railway with sparks flying
Saltan chispas en un acalorado debate sobre el futuro de Great British Railways. Mientras tanto, Network Rail sigue adelante con el trabajo de mantenimiento (imagen de Netwrok Rail)

Sin embargo, los avances han sido difíciles de ver en la superficie, ya que hasta ahora sólo se ha anunciado la sede central y un comunicado de prensa sobre la elección del logotipo: una «doble flecha» casi idéntica al símbolo que ya se utiliza de forma generalizada y que data de 1965. Entonces, antes de la privatización, ni siquiera los Beatles se habían disuelto, y mucho menos la red ferroviaria. Ahora, el Gobierno también busca algo de «ayuda», ya que la legislación propuesta se ha retrasado desde que Westminster publicó sus propuestas de reforma en 2021. En ese tiempo, una fuente ha afirmado que el coste ha sido de más de cincuenta millones de libras (casi sesenta millones de euros), con poco que mostrar por el gasto.

Inversión y crecimiento en peligro

Los empresarios ferroviarios temen que, si no se legisla en la próxima legislatura, el ferrocarril se quede sin una dirección clara. En palabras de Darren Caplan, de la Asociación de la Industria Ferroviaria, «avanzar en la reforma ferroviaria contribuirá a dar a las empresas ferroviarias la seguridad que necesitan para invertir, contratar personal y desarrollar sus planes de negocio, lo que en última instancia beneficiará a los clientes de transporte de pasajeros y mercancías y redundará en una mejor relación calidad-precio para los contribuyentes». «La no promulgación de la legislación GBR supone un retraso en la reforma de al menos dieciocho meses, y posiblemente más, a la espera de las próximas elecciones generales y de la presentación de nuevos proyectos de ley. Existiría un mayor riesgo de interrupción de la inversión ferroviaria si las decisiones se retrasan al estancarse la reforma ferroviaria.»

El programa continuado de obras, a cargo de Network Rail, sugiere que los efectos de las deliberaciones en los pasillos del poder están teniendo escasa repercusión en los corredores de comunicación ferroviaria. No obstante, para las empresas proveedoras del ferrocarril, la incertidumbre sobre la futura estructura del sector amenaza con un paréntesis en la toma de decisiones clave. Dicen que eso pondrá en peligro el progreso de las obras ferroviarias esenciales, los puestos de trabajo, la inversión y el crecimiento empresarial y, en última instancia, socavará los servicios para los pasajeros y los clientes del transporte de mercancías. Rishi Sunak podría ver su billete invalidado si espera mucho más.

Este artículo ha sido traducido automáticamente del original en inglés al español.

Autor/a Simon Walton

Fuente: RailFreight.com