El costoso Rail Baltica recortará sus ambiciones y buscará financiación en otra parte

Los costes previstos de Rail Baltica aumentan y siguen creciendo, por lo que la viabilidad del proyecto está en entredicho. La incertidumbre en torno a la financiación de la UE obliga a Rail Baltica a buscar en otra parte y reajustar sus ambiciones.

Mientras Rail Baltica espera con impaciencia los resultados de la ronda de solicitudes de financiación de la UE de enero, prosiguen las conversaciones sobre el ferrocarril panbáltico. No se sabe con certeza qué financiación se aprobará para el ferrocarril. La UE quiere ver resultados tangibles y planes concretos. Los países bálticos, por su parte, luchan contra los costes crecientes derivados de la inflación, la escasez de mano de obra y las dificultades técnicas.

Los crecientes costes representan un gran obstáculo para el éxito de Rail Baltica. Mientras que el proyecto se estimó inicialmente en 5.700 millones de euros en 2017, en el verano de 2023 había aumentado hasta unos posibles 25.000 millones de euros. Los Estados bálticos tendrán que buscar financiación en otra parte, ya que la UE solo financiará 10.000 millones de euros en el escenario más optimista, escribe la publicación estonia ERR.

Ambiciones a la baja

Para obtener puntos extra en su solicitud de financiación, los tres Estados bálticos tuvieron que presentar una visión única de Rail Baltica. Inevitablemente, para reducir costes, tuvieron que reajustar sus ambiciones. Las afirmaciones de las partes interesadas de que un ferrocarril de vía única es tan bueno como uno de vía doble reflejaban aspiraciones actualizadas y reducidas, escribe ERR.

Para ahorrar más costes, también se habla de eliminar los ecoductos y las vallas ferroviarias. Esto ahorraría dinero, pero también reduciría la velocidad máxima en determinados tramos del trazado.

Imagen: Shutterstock/BalkansCat.

La cuestión del capital

Las diferencias de opinión entre la Comisión Europea y los países bálticos sobre el proyecto tampoco ayudan a su causa. La UE quiere dar prioridad al «núcleo» del proyecto. Se trata de la línea Varsovia-Tallin, que forma parte del plan de la red RTE-T.

El plan de la RTE-T no incluye la conexión de la capital lituana, Vilna, a la línea, ni de la capital letona, Riga, a la ruta. Naturalmente, conectar sus capitales a la probablemente rentable línea ferroviaria es clave para los dos países bálticos.

Sin embargo, es posible que los dos Estados bálticos tengan que ceder por el momento. Según ERR, es probable que Vilna quede circunvalada 100 kilómetros. En cuanto a Riga, parece que hay varias opciones sobre la mesa. La capital letona podría circunvalarse por completo, una vía férrea existente podría cambiarse al ancho europeo y formar parte de la línea Rail Baltica, o la línea podría construirse dentro de la ciudad y no extenderse a través de ella. En ese caso, los trenes tendrían que dar la vuelta para proseguir su viaje, lo que ahorraría los costos de construir una vía férrea en una zona urbana. Anteriormente, se informó de que el gobierno letón no veía forma de completar la conexión con Riga antes de 2030.

Financiación privada

Con las limitaciones de la financiación estatal y de la UE, Rail Baltica necesita ampliar su visión de la financiación. «Teniendo en cuenta la cantidad que hay que invertir, es probable que haya que recurrir a préstamos», declaró a ERR Marko Kivila, Consejero Delegado de Rail Baltica. Al parecer, Rail Baltica está considerando la posibilidad de establecer asociaciones público-privadas junto con los préstamos tradicionales para obtener más financiación.

Según Kivila, es probable que el tramo a Riga sea el más rentable. Riga es la ciudad más grande y el mayor centro económico del Báltico. «Tiene un gran potencial para atraer financiación privada», afirma Kivila.

El aumento de los costes es un obstáculo en los tres países bálticos. «Pero en Letonia y Lituania, estas cifras son mucho más elevadas que en Estonia, y la cuestión es mucho más aguda allí, en cuanto a cómo gestionar ciertas partes del proyecto sin ejercer demasiada presión sobre el presupuesto estatal», dijo Kivila a ERR.

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Este artículo ha sido traducido automáticamente del original en inglés al español.

Autor/a Dennis van der Laan

Fuente: RailFreight.com