Sólo la UE puede garantizar el éxito de las exportaciones ucranianas de cereales
Mientras las propuestas, algunas viables y otras no, de alternativas para la exportación de grano ucraniano caen como la lluvia, la UE parece la única capaz de ofrecer una solución satisfactoria al desafío. «Exportar grano ucraniano a través del Báltico sólo es posible si la Comisión Europea se encarga de la coordinación», declaró el Ministro de Transportes letón, Janis Vitenbergs.
Ya se ha analizado antes que la ruta del Báltico puede ser una solución de éxito para exportar volúmenes de grano ucraniano. Los conocimientos técnicos están ahí, la distancia no es tan larga y hay suficiente capacidad portuaria en el Báltico. Podría ser más costoso que exportar directamente el grano por mar o transitar por ferrocarril a través de Moldavia y Rumanía, pero al mismo tiempo, también podría ser más rápido.
Otras propuestas, como una ruta marítimo-ferroviaria compartida entre Bulgaria y Grecia o el tránsito por Croacia y la exportación a través de sus puertos del Adriático y el Danubio, están resultando ineficaces y mucho más caras. Al fin y al cabo, Ucrania necesita soluciones inmediatas, y el sector logístico también.
La UE debe acudir al rescate
Aún se desconoce si esto ocurrirá o no y de qué forma. Sin embargo, es un hecho que todas las partes implicadas en las exportaciones ucranianas, especialmente Ucrania, piden a la UE que intervenga y ayude. Polonia y otros países vecinos de Ucrania piden que sus sectores agrícolas estén protegidos y no expuestos a la competencia desleal. Ucrania ha pedido a la UE ayuda financiera para hacer frente al aumento de los costes de exportación por ferrocarril. Al mismo tiempo, Vitenbergs declaró en una reunión con el embajador ucraniano en Letonia que la UE debería acudir al rescate y ayudar al proyecto financieramente, pero también mediante la coordinación.
Aparte del aumento de los costes de transporte, el principal problema para los exportadores ucranianos es la situación con sus países vecinos. Polonia, Hungría y otros vecinos han vetado la importación de grano ucraniano, a pesar de que los funcionarios ucranianos declaran que sólo necesitan asegurar las oportunidades de tránsito y nada más. En consecuencia, la UE debe intervenir de nuevo y coordinar a los Estados miembros y no miembros para lograr el mejor resultado posible.
¿Qué hará Bruselas con la situación y cuáles podrían ser los próximos pasos? Por un lado, los responsables políticos deberán pensar en una solución de financiación sostenible para facilitar el trabajo de los exportadores ucranianos sin perjudicar financieramente a las empresas europeas. Por otro, deberán desarrollar un plan de coordinación que ofrezca soluciones inmediatas en materia de transporte, manteniendo el equilibrio entre todas las partes implicadas y evitando la discriminación. El reto es inmenso, y la UE tendrá que tomar algunas decisiones drásticas que no dejarán contentos a todos.