Revisión de la RTE-T: pasos decisivos, pero también peligros

La Comisión de Transportes y Turismo del Parlamento Europeo ha adoptado por unanimidad su posición sobre la revisión de la normativa de la RTE-T. En la propuesta, que aún debe ser aprobada por el pleno del Parlamento Europeo, la comisión subraya la importancia de reforzar el transporte intermodal centrándose en el ferrocarril, reducir el tiempo de paso de fronteras a quince minutos para 2030 y facultar a los coordinadores de los corredores de la RTE-T para supervisar los proyectos de infraestructuras.

Otra decisión crítica de la comisión se refiere a la finalización de los proyectos de infraestructuras. Los ponentes abogaron por que, cuando se observen retrasos en el desarrollo de tales proyectos, la Comisión intervenga y reduzca o detenga la financiación de los mismos. El CER acogió favorablemente la postura, pero mencionó que medidas como la intervención de la Comisión podrían crear más problemas de los que podrían resolver.

Menos transporte por carretera – fronteras ferroviarias más rápidas

Una de las preposiciones más importantes es que el transporte por carretera dejará de ocupar grandes distancias en las operaciones intermodales. El Comité decidió que «el transporte intermodal deberá realizarse principalmente por ferrocarril, vías navegables interiores o transporte marítimo de corta distancia, mientras que los tramos iniciales y/o finales podrán realizarse por carretera».

La idea subyacente es que las inversiones permitirán una electrificación completa de la red básica de la RTE-T que permitirá a los trenes de mercancías circular a velocidades de hasta 100 km/h. Dado que las velocidades de los trenes de mercancías aumentarán, también es fundamental ofrecer procedimientos de cruce de fronteras rápidos y sin fisuras para optimizar al máximo las cadenas de suministro.

El objetivo es que los trenes puedan cruzar las fronteras de la UE en 15 minutos a finales de 2030. «Es especialmente importante garantizar que los cruces fronterizos por ferrocarril no tarden más de 15 minutos, y también que haya franjas horarias para los trenes de mercancías asignadas a través de las fronteras. Es ambicioso pero necesario si queremos conseguir desplazar el tráfico de la carretera al ferrocarril», declaró la coponente Barbara Thaler.

Cuestiones de coordinación

La propuesta de revisión tiene un enfoque más global en lo que se refiere a la gobernanza de la red RTE-T. Como ya se ha mencionado, el Comité propuso que los coordinadores de los corredores tengan más poder a la hora de ejecutar los proyectos de infraestructura. Además, pidió la implantación de una lengua única de la UE para las operaciones y cambios en la coordinación del sistema de gestión del tráfico y la gestión digital de la capacidad.

La CER subrayó que estas tres propuestas podrían resultar problemáticas. En concreto, la asociación subrayó que los costes de utilizar una lengua única de operaciones serían enormes y darían lugar a una competencia perturbada con otros modos de transporte, al tiempo que aumentarían los riesgos para la seguridad. Además, subrayó que el sistema de gestión del tráfico debería seguir en manos de cada administrador de infraestructuras, mientras que la gestión de la capacidad digital no debería asignarse a la AFE, ya que esta asignación no implicaría necesariamente procesos simplificados de asignación de capacidad.

Al mismo tiempo, la propuesta de que la Comisión Europea pueda intervenir y desfinanciar los proyectos de infraestructuras en caso de retrasos se consideró arriesgada, ya que podría dar lugar a más retrasos, especialmente en el caso de proyectos grandes y complejos.

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Este artículo ha sido traducido automáticamente del original en inglés al español.

Autor/a Nikos Papatolios

Fuente: RailFreight.com