Los ferrocarriles y las fuerzas armadas renuevan su cooperación en la lucha contra el coronavirus
La noticia de que Network Rail y el ejército británico habían colaborado el fin de semana para entregar suministros médicos mereció otro aplauso de una nación agradecida. Sin embargo, la cooperación de los servicios ferroviarios y las fuerzas armadas tiene una larga historia en el Reino Unido, e incluso esta aplicación en tiempos de paz no es nueva.
El personal del ejército británico fue elogiado con razón el fin de semana, por movilizarse para distribuir importantes cantidades de suministros médicos por todo el Reino Unido. Los soldados, que en otras circunstancias habrían regresado de misiones en el extranjero, trabajaron sin descanso para reabastecer a los trabajadores sanitarios de primera línea en la batalla que se libra mucho más cerca de casa, luchando contra la propagación del COVID-19.
El Teniente General Tyrone Urch CBE, Comandante Conjunto Permanente del Ejército Británico, se hizo eco de los elogios de la nación por los esfuerzos de las tropas: «Es brillante ser testigo de la fuerza con la que el Reino Unido se está uniendo en relación con el COVID-19; las Fuerzas Armadas seguirán desempeñando cualquier papel que sea necesario en apoyo del Gobierno y de esta crisis nacional. Todos los civiles y militares nos sentimos muy orgullosos de la contribución que estamos haciendo».
Trabajo duro
El personal civil de Network Rail también ha ayudado. Muchos de ellos se ofrecieron voluntarios para un arduo viaje de reparto durante el fin de semana, llevando suministros médicos desde los almacenes del noroeste de Inglaterra hasta los centros de distribución militares. Uno de los trayectos recorrió toda Inglaterra, de Liverpool a Aldershot, para su posterior distribución en hospitales y centros de salud.
Sin embargo, los transportes militares más pesados por ferrocarril no son nuevos. El pasado otoño, toda una unidad militar fue trasladada desde las bases del norte de Escocia a los campos de entrenamiento del ejército en Salisbury Plain, en el suroeste de Inglaterra. El convoy ferroviario resultante fue objeto de cobertura informativa nacional en el Reino Unido.
Legado de las operaciones ferroviarias
Aunque los trenes militares son una parte menos frecuente del manifiesto de mercancías en los últimos años – principalmente debido al tamaño reducido de la dotación permanente del Ejército británico, no se han extinguido. El Ejército, bajo la administración del Ministerio de Defensa, tiene un legado de operaciones ferroviarias, que a menudo colaboraban con la red civil.
Ocasionalmente se realizan movimientos de maquinaria militar pesada desde los puertos del sur de Inglaterra, como parte de las operaciones de ultramar. En el pasado, los servicios armados han mantenido sus propias instalaciones ferroviarias, en lugares como los astilleros de Rosyth, en Escocia, y en Longtown, en el norte de Inglaterra.
La base de Longtown, ahora fuera de servicio, lleva algún tiempo destinada a la reurbanización civil. Parte de su extensa red ferroviaria podría incorporarse a la red nacional como parte de un servicio ampliado alrededor de Carlisle y como extensión del ferrocarril a Edimburgo. Los intereses locales pretenden que la red militar preste servicio a las comunidades locales y, potencialmente, al transporte de mercancías desde Longtown y a las operaciones madereras en los Borders de Escocia.
Espíritu de cooperación
En la crisis inmediata del coronavirus, la cooperación entre civiles y militares continuará. Peter Mitchell, coordinador de logística de Network Rail, que participó en las operaciones del fin de semana, dio todas las garantías de apoyo a sus colegas militares en su trabajo para el Servicio Nacional de Salud. «Estamos haciendo todo lo que podemos para ayudar durante la pandemia de coronavirus, y el equipo dejó todo para ayudar al Ejército y al NHS con esta operación especial de entrega. Network Rail seguirá prestando su apoyo donde y cuando sea necesario durante las próximas semanas en la lucha contra la propagación del COVID-19».
Aunque puede que las operaciones ferroviarias del Ejército no sean tan extensas como antaño, todo indica sobre el terreno que los soldados están dispuestos a desempeñar su papel movilizando la red civil siempre que sea necesario.
