Por qué los apartaderos pueden transformar el transporte ferroviario alemán

El debate en torno a la neutralidad del carbono en Alemania y el cambio modal hacia el ferrocarril se intensifica. Actualmente, el discurso público en el que participan asociaciones de transporte y planes gubernamentales se centra en cómo los apartaderos ferroviarios podrían ayudar a las empresas a utilizar más el ferrocarril y proporcionar capacidad para más trenes de mercancías. Algunos países, como España, han seguido el mismo planteamiento. ¿Funcionará también en Alemania?

La reestructuración de la red ferroviaria alemana está siendo más lenta de lo esperado, según VDV, la asociación de empresas de transporte alemanas. Sin embargo, hay una fuerte tendencia con empresas dispuestas a utilizar el ferrocarril en sus cadenas de suministro, subraya el vicepresidente de VDV, Joachim Berends. Una forma eficaz de que las empresas se pasen al ferrocarril de forma rápida y eficiente es construir nuevas vías o reabrir las que están en desuso, que les proporcionarán acceso directo a la red ferroviaria principal.

¿Por qué son importantes las vías secundarias?

Los apartaderos son la puerta de entrada de las empresas a la red ferroviaria. Ya se trate de un almacén, una fábrica o incluso una planta de producción de energía, las empresas que tienen cadenas de suministro sólidas necesitan líneas ferroviarias exclusivas para recibir o enviar carga. El antiguo Ministro Federal de Transportes alemán, Andreas Scheuer, ya destacó en el pasado la importancia de los apartaderos: «cuanto más corto y fácil sea el trayecto hasta la vía férrea, más probable es que las empresas transporten sus mercancías por ferrocarril. Con un apartadero justo delante de la puerta o una estación de carga cercana, la decisión es más fácil», subrayó en el pasado.

Asimismo, Sigrid Nikutta, ejecutiva de DB para el transporte de mercancías, ha subrayado que para las empresas o municipios que quieran introducirse en la logística ferroviaria, un apartadero para un taller o un parque industrial es el camino correcto. De hecho, DB está deseando ayudar a las empresas a orientarse en los apartaderos ferroviarios, y así lo hizo hace casi un año.

En concreto, DB Cargo reactivó un apartadero de 300 metros de longitud perteneciente a Autoverwertung Möck (AV Möck), una empresa especializada en la eliminación de residuos de Tubinga (Alemania). El apartadero estaba en desuso desde 2014, pero con DB, AV Möck consiguió volver a poner su carga en vagones de ferrocarril. «Sin el transporte de mercancías por ferrocarril, es imposible que lleguemos a ser climáticamente neutros, y eso también vale para nuestra ciudad natal, Tübingen», subrayaba entonces Marie Möck, responsable de controles de la empresa especializada en eliminación de residuos.

Apartadero ferroviario de AV Möck. Foto: DB Cargo. © Thomas Klink
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¿Existe un plan?

La historia de DB y AV Möck es un ejemplo suficiente de cómo los apartaderos ferroviarios pueden ayudar a las empresas a hacer más ecológica su cadena de suministro. También demuestra que, independientemente del sector, siempre hay espacio para más ferrocarril. Sin embargo, no basta con iniciativas privadas como la mencionada. ¿Dispone Alemania de una planificación central en esta materia?

La respuesta es sí. El anterior y el actual Gobierno federal alemán han situado el ferrocarril en lo más alto de sus agendas, y vías laterales no faltan. Desde 2017, cuando se desplegó el plan maestro alemán de transporte de mercancías por ferrocarril, los apartaderos ferroviarios y su financiación serían primordiales para el crecimiento del transporte de mercancías por ferrocarril en el país.

El plan director mencionaba explícitamente que «el sector del transporte de mercancías por ferrocarril debe tener […] acceso directo en todo el país a los puntos de origen y destino final del tráfico a través de apartaderos privados», «los emplazamientos industriales y logísticos que generan un gran volumen de mercancías deben contar con un apartadero privado» y que «los servicios de carga de vagón único requieren en primer lugar que un emplazamiento sea accesible espacialmente por ferrocarril y que exista un apartadero privado.»

Marshalling Yard in Germany. Source: mirokola/Pixabay
Marshalling Yard en Alemania. Foto: Pixabay. © mirokola.

Además, destacó que la financiación de «terminales de transporte combinado y apartaderos privados» e «instalaciones multimodales como puntos de acceso a los servicios de vagón único, incluidos los apartaderos privados» debería ser una tarea permanente del Gobierno federal y del Ministerio Federal de Transporte, respectivamente.

El gobierno de coalición, elegido en noviembre de 2021, también prometió ofrecer más incentivos a la inversión en apartaderos para trenes. Sin embargo, a pesar de los planes y promesas, el sector alemán del transporte ferroviario de mercancías no ve que se lleven a cabo muchos proyectos de este tipo.

La respuesta del sector

La VDV se ha esforzado mucho por insistir en la importancia de promover e incentivar los apartaderos ferroviarios. La asociación ha elaborado una carta con este fin, ya que «a pesar del deseo de más ferrocarril y de un programa federal de subvención de apartaderos, el número de apartaderos en Alemania disminuye cada año». Para contribuir al crecimiento del tráfico de mercancías por ferrocarril, la red ferroviaria «debe reforzar significativamente los puntos de acceso para los clientes», añade la VDV.

Más concretamente, la VDV reclama, entre otras cosas, «disponer de suficientes apartaderos y puntos de acceso orientados al cliente para desviar el tráfico y aliviar las zonas regionales/municipales del tráfico de mercancías por carretera». Para ello, la asociación ha recopilado algunos pasos críticos que el gobierno alemán debería dar para cumplir sus objetivos iniciales y mejorarlos.

Esos pasos no son complicados, pero indican que el gobierno alemán podría tener un enfoque más práctico y directo del asunto. Por ejemplo, reducir la burocracia, simplificar la normativa y mejorar las subvenciones a los apartaderos ferroviarios podría ser un buen primer paso. Además, exige un coste reducido para conectarse a la red pública. El gobierno también podría conseguirlo mediante mejores subvenciones. Por otra parte, la proximidad de los apartaderos ferroviarios a los clientes y las zonas comerciales también es crucial. Al mismo tiempo, nuevos conceptos de transporte que incluyan el ferrocarril y mejores soluciones de última/primera milla también podrían ayudar a las empresas a aumentar su interés por sus apartaderos y pasarse al ferrocarril.

¿Son realistas estas exigencias?

A primera vista, el VDV no pide mucho. Como ya se ha dicho, las medidas propuestas son esenciales y se centran principalmente en incentivar a las empresas para que se planteen utilizar el ferrocarril y facilitar aún más a las que ya lo hacen.
Al fin y al cabo, para un país como Alemania, donde el transporte de mercancías por ferrocarril es parte integrante de la economía, los apartaderos ferroviarios en todo el país deberían ser una prioridad absoluta. Incluso si el gobierno federal decide dar el siguiente paso y volver a abordar el asunto de los apartaderos, no será el primero de Europa en hacerlo. Hace unos meses, Adif, el gestor de infraestructuras español, puso en marcha un proyecto que podría ser un buen caso de estudio para Alemania. Y si España puede hacerlo, ¿por qué no también Alemania?

En concreto, Adif puso en marcha el pasado mes de mayo un proyecto de ampliación de apartaderos ferroviarios en múltiples estaciones ferroviarias de mercancías de España. El objetivo es ampliar los apartaderos hasta 750 metros y proporcionar más espacio para operaciones eficientes de transporte de mercancías por ferrocarril de acuerdo con las normas nacionales e internacionales. Puede que el proyecto no afecte especialmente a los apartaderos privados, pero indica su importancia en el crecimiento de los volúmenes de transporte de mercancías por ferrocarril en general. La ampliación de los apartaderos existentes y la construcción de otros nuevos en nodos cruciales rodeados de zonas logísticas fue el primer paso de España para incentivar a las empresas a utilizar más el ferrocarril.

Para Alemania, las cosas podrían ser aún más fáciles. La voluntad gubernamental y la financiación están ahí, la voluntad y los conocimientos técnicos del sector del transporte de mercancías por ferrocarril también, y lo mismo puede decirse de la demanda de los clientes de una mejor accesibilidad. Lo que falta es una mejor coordinación y un enfoque más abierto para utilizar mejor los recursos y la financiación. Estos podrían ser los ingredientes de un éxito alemán al que siguieran otros.

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Este artículo ha sido traducido automáticamente del original en inglés al español.

Autor/a Nikos Papatolios

Fuente: RailFreight.com