El transporte de mercancías seguirá circulando durante las siete semanas de obras en el estuario del Severn

Casi cincuenta trenes semanales de mercancías seguirán circulando por un tramo de ferrocarril cerrado a los servicios de pasajeros durante un programa de ingeniería de siete semanas. La línea del estuario del Severn, entre Gloucester y la ciudad fronteriza galesa de Newport, necesita obras urgentes para estabilizar los escarpados cortes y proteger la línea de posibles inundaciones. Las obras, que se llevarán a cabo a lo largo del verano, suspenderán los servicios de pasajeros, pero permitirán la circulación de mercancías durante la noche.

Network Rail ha descrito esta ruta como crítica, ya que ha sufrido varios desprendimientos en los últimos años debido a unas condiciones meteorológicas cada vez más extremas. Preocupa especialmente un tramo de acantilado, de unos cinco kilómetros de longitud, que los constructores originales empinaron para acomodar la vía férrea en un estrecho corredor entre el terreno elevado y el río Severn.

Obras similares son habituales

Las obras forman parte de un programa de mejora de 25 millones de libras (30 millones de euros). La relación coste-beneficio se sopesa frente a los cinco grandes desprendimientos ocurridos sólo en los dos últimos años, que cerraron la línea durante largos periodos. Richard Griffiths, responsable de comunicación de Network Rail para Gales y el Oeste, declaró a los medios de comunicación locales que la línea conecta el sur de Gales con las Midlands y el norte de Inglaterra a través de West Country. «Tenemos que proteger la línea para el futuro», afirmó.

Obras similares son habituales en toda la red. A menudo se ven equipos de ingeniería civil. Aunque a menor escala, recientemente se ha llevado a cabo un proyecto en la West Coast Main Line, cerca de Lockerbie (Escocia), que demuestra algunas de las técnicas que se emplearán en Gloucestershire.

Importantes retos para los ingenieros

Históricamente, la red ferroviaria británica del siglo XIX se construyó a bajo coste. Los promotores solían comprar la menor cantidad de terreno posible, colocando las vías férreas en corredores estrechos, que a menudo requerían movimientos de tierra y desmontes muy pronunciados. Muchas de estas obras de principios de la época victoriana ya no son aptas para su uso y son objeto de un mantenimiento costoso y constante. Trágicamente, también son un factor de accidentes, como el accidente mortal de Carmont (Escocia ) hace dos años.

Malla de acero en la línea del estuario del Severn, en Gloucestershire: una solución habitual para los desmontes inestables (Network Rail)

Las construcciones modernas, como el enorme proyecto HS2, están sujetas a normas de control de la construcción mucho más rigurosas. Estas normas exigen una compra de terrenos mucho mayor y corredores de construcción mucho más amplios. Los antiguos corredores ferroviarios por cuya reapertura abogan muchas comunidades se han visto obstaculizados por las limitaciones impuestas al intentar acomodar operaciones seguras y modernas dentro de las antiguas alineaciones de casi doscientos años de antigüedad. Por ejemplo, el ferrocarril de los Borders, en Escocia, planteó importantes retos a los ingenieros a la hora de superar esos obstáculos. Mientras que los ingenieros alababan las obras de ingeniería civil propiamente dichas (puentes, túneles), el solum del terreno planteaba dificultades a quienes pretendían reconstruir la línea original de doble vía.

Tráfico mixto de mercancías y un año de obras

En la línea del estuario del Severn, las obras incluirán un extenso trabajo de clavado del suelo y ripado de acero. Durante las obras se retirarán unas 30.000 toneladas de material. El programa global de mejora se prolongará hasta bien entrado 2023.

Además de servicios frecuentes de pasajeros, la línea transporta tráfico intermodal nacional, líquidos a granel, productos petrolíferos refinados y acero acabado procedente de las fábricas del sur de Gales.

Este artículo ha sido traducido automáticamente del original en inglés al español.

Autor/a Simon Walton

Fuente: RailFreight.com