Hoy comienza el cierre de 6 días de la Harbour Line de Rotterdam
A partir del martes 2 de noviembre, la Harbour Line al puerto de Rotterdam estará cerrada para todo el tráfico. Esto durará hasta el lunes 8 de noviembre. A lo largo de esta semana, la ruta Theemsweg, de nueva construcción, se conectará a la línea ferroviaria del puerto. La inauguración oficial de la nueva ruta tendrá lugar el 15 de noviembre.
El Theemswegtracé, un viaducto de más de cuatro kilómetros de longitud, sustituye al puente de Caland para el transporte de mercancías por ferrocarril. Se trata de una buena noticia para el transporte de mercancías por ferrocarril. El puente de Caland estaba anticuado y necesitaba ser sustituido. Además, se abría con demasiada frecuencia para el tráfico marítimo, lo que paralizaba los trenes de mercancías. Este cuello de botella se resolverá con la nueva estructura, que es un viaducto ferroviario elevado que incluye 2 puentes de arco metálico.
El trazado
La ruta Theemsweg discurre desde Merseyweg, en un viaducto ferroviario junto a Theemsweg, hasta Moezelweg, pasando por Neckarweg. La línea ferroviaria pasa por dos puentes arqueados (cerca del túnel de Thomassen y de la esclusa de Rozenburg) y enlaza de nuevo con la vía existente en su confluencia con la autopista A15.
El nuevo trazado permitirá aumentar la capacidad de la vía. Actualmente, circulan entre 90 y 100 trenes diarios por esta línea. El objetivo es que en 2030 circulen 230 trenes. Y esto es necesario, porque el transporte de mercancías desde y hacia el puerto de Rotterdam aumenta cada año. La ruta Theemsweg mejorará significativamente la capacidad ferroviaria y la accesibilidad de los puertos de aguas profundas de Rotterdam con el interior de Europa.
El proyecto
El proyecto tuvo un largo recorrido. Los trabajos preparatorios comenzaron en 2016. Un año después, en 2017, se reubicó el carril bici. En 2018, el puente se elevó diez metros y parte de los parabrisas de hormigón se retiraron y se sustituyeron en otro lugar. También se instalaron muros insonorizantes de 1,70 metros para amortiguar en lo posible el ruido de los trenes al pasar.
Las obras costaron 300 millones de euros. Debido a la reubicación de cables y tuberías, ese presupuesto se ha superado ligeramente. Eso llevó más trabajo del previsto. Los obreros también se toparon con un pozo de alcantarillado de los años 60, que hubo que sortear, lo que costó más tiempo y dinero. De esos 300 millones, 62 se pagaron como subvención de la Unión Europea. El resto procede del Gobierno nacional y de la Autoridad Portuaria.
Cierre de líneas
Aunque en general el sector del transporte de mercancías está contento con la nueva estructura, también está inquieto. La Harbour Line nunca ha estado cerrada tanto tiempo. Los cierres regulares tienen lugar en momentos preestablecidos, cuando la industria logística internacional descansa. Ahora no es el caso.
«En este caso, el tráfico de mercancías por ferrocarril continúa a través de la frontera, por lo que la cadena de producción se verá interrumpida. La logística portuaria tardará un total de tres semanas en volver a la normalidad. En la semana 1 se eliminará progresivamente, en la 2 se detendrá el tráfico ferroviario y en la 3 volveremos a alinearlo con el tráfico internacional», explicó antes Arjan Olsthoorn, director de programas de ProRail.
Se necesita más
La primera semana ya ha comenzado. El hecho de que por fin se sustituya el Calandbrug es fantástico», comentó anteriormente Hans-Willem Vroon, Director de RailGood. Sin embargo, el hecho de que el cierre de 6 días no se planifique en un momento más tranquilo causa muchas molestias y costes adicionales al transporte de mercancías por ferrocarril y a los clientes».
También recordó que «para transportar más mercancías por ferrocarril se necesita algo más que la puesta en servicio de esta hermosa pieza de nueva infraestructura: una mejora significativa de la fiabilidad y disponibilidad 24/7 de la infraestructura ferroviaria en el puerto de Rotterdam, menos molestias para los clientes debido a unas obras bien coordinadas en las vías férreas, también en el ámbito internacional, y una reducción sustancial de los costes de utilización del ferrocarril son elementales», dijo.
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