Los Países Bajos deben completar la conexión con la Ruta Betuwe

Las empresas holandesas de transporte de mercancías por ferrocarril instan a su gobierno a completar las líneas ferroviarias que conectan la ruta Betuwe, dedicada al transporte de mercancías, con la vecina Alemania. Sólo entonces podrá alcanzarse todo el potencial de este corredor ferroviario de mercancías. Este era parte del mensaje enviado al Gobierno holandés en una carta abierta por la organización de presión RailGood.

Las líneas ferroviarias a las que se hace referencia son las conexiones entre la Ruta Betuwe y los pasos fronterizos de Oldenzaal (ramal norte) y Venlo (ramal sur). El compromiso neerlandés de construir estas líneas ferroviarias se formalizó a finales de 1992, cuando los Países Bajos firmaron el Convenio de Warnemünde con Alemania.

Promesas hechas

«Han pasado casi 30 años y no se han cumplido obligaciones como la construcción de un ramal Norte y otro Sur. Esto ha tenido sus consecuencias. Como consecuencia, la ruta de Betuwe no puede utilizarse en toda su capacidad, mientras que la necesidad de transportar más mercancías por ferrocarril no ha hecho sino aumentar», reza la carta.

La parte alemana del compromiso consistía, entre otras cosas, en construir el tramo ferroviario entre Emmerich y Oberhausen. Hasta ahora, esto no se ha conseguido. Alemania trabaja actualmente en la construcción de la llamada Ausbaustrecke Emmerich – Oberhausen o Tercera Vía. Esta línea ferroviaria tiene una longitud de más de 70 kilómetros.

Sin contaminación acústica

La carta también pide atención para la situación del transporte de mercancías por ferrocarril en los Países Bajos en general. El sector del transporte de mercancías por ferrocarril se ha asociado con los habitantes de las rutas ferroviarias para abordar cuestiones como la contaminación acústica, una de las críticas más conocidas al tráfico de mercancías por ferrocarril en el país.

«Los planes actuales de intensificar el transporte de mercancías por vías férreas mixtas y a través de ciudades y pueblos, como la línea Meteren-Boxtel, es un callejón sin salida para los residentes locales. Los residentes ferroviarios quieren un buen descanso nocturno y un entorno vital agradable. Los transportistas de mercancías quieren continuidad empresarial y espacio para poder crecer en el ferrocarril. El ferrocarril debe conectar los puertos, la industria, las terminales y los centros logísticos holandeses con el interior del país de forma segura, competitiva, eficiente y sostenible», reza la carta.

Política eficiente

Las preocupaciones de unos y otros pueden abordarse si el Gobierno adopta una política eficiente. Esto «requiere prioridad y urgencia para realizar inversiones sustanciales en una red ferroviaria bien integrada y competitiva en los Países Bajos que conecte sin fisuras con la red ferroviaria de los países vecinos», sugiere el grupo.

Según el sector, los ramales Norte y Sur son ejemplos concretos de líneas ferroviarias en las que los residentes no se ven afectados. Así lo corrobora una investigación de RONA, organización dedicada al ramal Norte. Esta ha demostrado que el ramal Norte de la ruta Betuwe es una buena alternativa para la economía, la calidad de vida y el clima en términos de habitabilidad para los residentes y de viabilidad económica y técnica.

Este artículo ha sido traducido automáticamente del original en inglés al español.

Autor/a Majorie van Leijen

Fuente: RailFreight.com