Lo conseguimos. La moderación de Ratho permite reabrir la línea más transitada de Escocia

Una pared rocosa deteriorada no es el tipo de cosa que quieres junto a tu ferrocarril. La presencia de rocas inadecuadas en la vía férrea no es cosa de risa. Desde hace una semana se está llevando a cabo una operación de reparación para estabilizar una pared rocosa en la línea principal Edimburgo-Glasgow. Los socios de la operación, Scotland’s Railway y Network Rail, han informado de un éxito total.

Para que los trenes volvieran a circular con normalidad, los ingenieros trabajaron sin descanso durante cuatro días para hacer que el paso por la pared rocosa de Ratho fuera seguro. Los equipos de especialistas retiraron más de 200 toneladas de material del afloramiento de 100 metros de longitud y 10 metros de altura, que sobresale de la vía férrea al oeste de Edimburgo.

Dinero bien invertido en un pequeño proyecto con una gran recompensa

Justo al oeste de Edimburgo, la pequeña ciudad de Ratho no ha sido parada de la línea principal durante décadas. Sin embargo, ha paralizado el ferrocarril en Escocia Central durante casi una semana. Las vías que atraviesan Ratho son esencialmente vías llanas. Sin embargo, desembocan en el cruce que lleva la ruta más transitada entre Edimburgo y Glasgow (vía Falkirk). También conducen a la segunda línea más transitada entre ambas ciudades (vía Bathgate). En otras palabras, unas vías extremadamente transitadas.

Por si fuera poco, la línea también transporta tráfico mixto a Stirling, Perth y las Highlands, así como algunas mercancías para el puerto de Grangemouth y las terminales intermodales de Coatbridge y Mossend. Basta decir que el proyecto de prevención de desprendimientos de rocas, dotado con un millón de libras (unos 1,16 millones de euros), ha sido un dinero bien gastado.

La ironía de que la estación de Ratho carezca de estación

Los ingenieros han instalado redes especializadas y más de 160 anclajes metálicos de 3 m de longitud en la parte superior de la vía férrea para reducir la posibilidad de que caigan piedras durante las heladas de este invierno, o de cualquier otro invierno. «Este proyecto no podría haberse llevado a cabo sin un breve cierre de la línea», declaró Liam Sumpter, director de rutas de Scotland’s Railway. «Lo hemos completado lo más rápidamente posible para que nuestros clientes vuelvan a estar en movimiento».

Equipo pesado desplegado en la pared rocosa de Ratho. Imagen: © Scotland’s Railway – Network Rail
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Puede que no haya sido un proyecto de la envergadura de la Base San Gotardo o el Túnel de Fréjus, pero este proyecto de escollera ha afectado a múltiples operadores y servicios de pasajeros y mercancías de lugares tan distantes como Inverness y Felixstowe. Irónicamente, Ratho es también la sede del Rocódromo Internacional de Edimburgo. Una comunidad vecina creció directamente como resultado del ferrocarril. Aparece en los mapas como Ratho Station y a menudo se confunde con la antigua comunidad de Ratho. A pesar de estar en la línea principal y llamarse así, no hay estación en el pueblo.

Este artículo ha sido traducido automáticamente del original en inglés al español.

Autor/a Simon Walton