Macron y Von der Leyen en China: EU de-risking, Ucrania y comercio
La visita a China del presidente francés Emmanuel Macron y de la comisaria europea Ursula Von der Leyen, de la que tanto se ha hablado, sigue su curso. Al reunirse con el presidente chino, Xi Jinping, los dos líderes europeos pretenden impulsar la paz en Ucrania, trazar líneas políticas claras de la UE y entablar conversaciones comerciales.
La visita de Macron y Von der Leyen comenzó el martes 5 de abril y durará tres días. Ambos trajeron consigo una delegación de empresas, principalmente francesas, al igual que hizo Olaf Scholz en noviembre, cuando visitó Pekín.
Varios medios de comunicación y analistas políticos informaron de que su principal objetivo es «hacer entrar en razón» a Xi respecto a Ucrania. Macron quiere ser un catalizador para una resolución pacífica en Ucrania y motivar a Xi para que adquiera un papel más activo a la hora de persuadir a Putin para que retire las tropas rusas de Ucrania.
Estrategia de reducción de riesgos
Por otro lado, Von der Leyen parece tener un papel diferente, el de «poli malo», como ilustra un reportaje de la BBC. La jefa de la Comisión de la UE visita China para, en primer lugar, mostrar la unidad europea y, en segundo lugar, llamar la atención de Xi sobre el nuevo planteamiento de toda la UE de reducir el riesgo en la economía y las cadenas de suministro.
A diferencia de la estrategia estadounidense de «desacoplamiento», esta estrategia de reducción de riesgos se asemeja a la de Scholz y Alemania, centrada en la diversificación y la reducción de la dependencia de economías específicas como la rusa o la china.
El problema de Scholz fue que trazó esta estrategia en solitario, tratando de asegurar la independencia económica y tecnológica de Alemania y priorizando los intereses nacionales sobre los de la UE. En cualquier caso, la política alemana no fue tan dramática como se presentó inicialmente y no pretendía cortar los lazos con China. Macron también señaló a los periodistas tras llegar a China que Europa no debía desvincularse y separarse de Pekín y que debía mantener sus lazos económicos y comerciales.
Según los expertos, Francia y la UE tienen intereses similares. Phillip Le Gore, investigador principal del Centro de Análisis de China del Asia Society Policy Institute, escribió: «Scholz y Macron coinciden en dos puntos […]. En primer lugar, la disociación económica con China es una propuesta peligrosa y perjudicial para la UE […]; en segundo lugar, el futuro inmediato de las relaciones sino-europeas dependerá en gran medida de cómo China adopte su postura sobre la guerra de Rusia en Ucrania».
Ucrania es la clave
Hasta ahora, los temas de la agenda incluyen Ucrania, la política de la UE respecto a China y quizá los negocios y el comercio. La expectativa, sin embargo, es que el resultado de la discusión de Macron y Xi sobre Ucrania también determinará el resto de puntos de la agenda. Francia quiere ser el mediador europeo que persuada a China para que se convierta en mediador con Rusia y detenga la guerra en Ucrania.
Siendo realistas, que China se convierta en la palanca que haga cambiar de opinión a Putin respecto a la guerra no es el escenario más factible. Sin embargo, la diferenciación de la política de desacoplamiento de Estados Unidos, que significa que la UE todavía quiere cooperar a nivel político y financiero con China, podría funcionar como una señal de buena voluntad y motivar a Xi a ser al menos más neutral con respecto a Rusia.
Dicho esto, si Macron no consigue acercar a Xi a los intereses de la UE, la política UE-China tomará un rumbo diferente, al igual que el comercio y la economía. De nuevo, es crucial subrayar que cuando se menciona que las relaciones sino-europeas podrían tomar un giro diferente, no significa que vayan a terminar. Por el contrario, si Europa quiere tener una presencia y un papel sólidos en la política, la economía y el comercio mundiales, necesita a China tanto como a Estados Unidos.
Optimismo en el sector del transporte
En lo que parece ser probablemente uno de los años más difíciles para el transporte ferroviario euroasiático, incluso más que 2022, la visita de Macron y Von der Leyen a China despierta cierta esperanza. De hecho, según fuentes del sector, en los primeros meses de 2023 los volúmenes de la Ruta de la Seda han descendido significativamente, y China se ha centrado principalmente en las exportaciones a Rusia.
La guerra comenzó hace más de un año; sin embargo, sus efectos, derivados también de la aplicación gradual de sanciones, se están haciendo más patentes ahora. ¿Podría este nuevo acercamiento UE-China cambiar la situación de los últimos meses y señalar algo nuevo? ¿Podría la reunión Francia-UE-China significar algo para Ucrania? ¿Y podría traducirse también en algo valioso en relación con el comercio y las cadenas de suministro? Todas las reuniones y debates de estos tres días tienen un papel igualmente crucial que desempeñar.
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