La ministra de Transportes evita una huelga ferroviaria de cinco días en España

Se esperaba que la huelga de cinco días anunciada por los empleados de Renfe y Adif causara un impacto significativo en las operaciones ferroviarias del país ibérico, con hasta 900 trenes de mercancías cancelados. Sin embargo, la intervención del Ministro de Transportes español, Óscar Puente, que llegó a un acuerdo con los sindicatos ferroviarios, evitó la situación en el último momento.

Seis sindicatos ferroviarios convocaron la huelga para protestar por la decisión de transferir la administración de los servicios ferroviarios de Rodalies en Cataluña del gobierno central español al gobierno catalán. La huelga estaba prevista para cinco días, concretamente para los días 24 y 30 de noviembre y 1, 4 y 5 de diciembre. Supondría dejar fuera de servicio miles de servicios ferroviarios, cientos de los cuales serían trenes de mercancías.

Los servicios de Rodalies son operados por la compañía nacional Renfe, mientras que Adif gestiona la infraestructura por la que circulan. El traspaso de su administración a la Generalitat de Cataluña iría seguido de la absorción de parte de los servicios de Renfe Mercancías, la división de mercancías de Renfe, por un operador privado. Por ello, los empleados temían que la transición pudiera afectar a los puestos de trabajo y pedían que los servicios de Renfe Mercancías no se vieran afectados.

Acuerdo de última hora

Al final, la huelga se evitó gracias a la intervención directa del ministro de Transportes, Puente, justo un día antes de su inicio. Puente llegó a un acuerdo con los sindicatos ferroviarios implicados, garantizando su participación activa en el proceso de traspaso de la gestión de Rodalies y en la determinación de la mejor solución posible para el futuro de los servicios de Renfe Mercancías.

A partir de ahora, los trabajadores ferroviarios tendrán representación legal en la mesa de negociación y en el proceso de toma de decisiones. Al mismo tiempo, el ministerio decidió establecer «una mesa de diálogo permanente» a través de la cual los empleados de Renfe y Adif puedan expresar su visión e ideas. Por su parte, los sindicatos comentaron que estaban contentos con el desarrollo y que habían alcanzado todas sus reivindicaciones, por lo que se desconvocó la huelga.

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