Niveles de agua del Rin: no es la tormenta perfecta del año pasado, pero el ferrocarril aún podría ayudar

La temporada de sequía ha vuelto y la principal arteria de comercio y transporte de Europa se enfrenta a problemas. El nivel de las aguas del Rin está bajando más rápido que el año pasado, lo que supone una grave amenaza para las operaciones de navegación interior. ¿Podría el ferrocarril absorber volúmenes como lo hizo en 2022? «Esto también dependerá de la demanda de carga», explica Albert Jan Swart, economista de ABN Amro.

«Los niveles de agua del Rin son bastante bajos para esta época del año», dice Swart. Lo mismo opina Christian Roeloffs, cofundador y consejero delegado de Container xChange, quien subraya que «los niveles de agua desestacionalizados son actualmente incluso más bajos que en el mismo periodo del año pasado». También subrayó que «si persiste la falta de precipitaciones, podríamos enfrentarnos a una situación aún más grave que la vivida en el pasado».

Las barcazas ya tienen dificultades para pasar por el punto de medición de Kaub (Alemania), y las aguas pronto podrían volverse demasiado poco profundas para que los portacontenedores a plena carga operen en torno a Colonia y Duisburgo. Maersk, por ejemplo, advirtió a sus clientes de que «en caso de que el nivel del agua en Kaub descienda por debajo de 81 cm o en Duisburg-Ruhrort por debajo de 181 cm, lamentamos no poder seguir garantizando la carga».

¿Puede ser el ferrocarril la clave?

Las cifras del año pasado mostraron que el nivel de las aguas era bajo y afectó sustancialmente al transporte marítimo interior, afirma Swart. Añade que los volúmenes de carga por ferrocarril aumentaron durante este periodo, especialmente entre los Países Bajos y Alemania. El transporte ferroviario es una buena alternativa, ya que la carga transportada en barcazas es sobre todo pesada y los servicios son de larga distancia. Cuanto mayor es la distancia, más interesante es el transporte ferroviario». Continúa diciendo que, aunque los costes de manipulación son más altos en el ferrocarril, las tarifas por tonelada-kilómetro son más baratas». «En general, la cuenca del Ruhr está muy bien comunicada por ferrocarril, que también desempeña un papel importante. En este sentido, el ferrocarril podría salir al rescate también este año», subraya Swart.

Sin embargo, advierte de que la situación es diferente en comparación con 2022. «El año pasado tuvimos una tormenta perfecta», afirma. Esto se debió a una combinación de factores. El bajo nivel de las aguas del Rin y el aumento de la demanda de suministro de carbón a las centrales alemanas crearon una situación de tensión. Además, en Alemania se dio prioridad a los trenes de carbón, lo que hizo más eficiente el cambio de la barcaza al ferrocarril.

No es el caso de este verano. Alemania ha asegurado su suministro energético, mientras que, en general, la actividad industrial en el país es menor que antes. «Esto significa que, incluso con niveles de agua más bajos, la demanda podría no ser tan grande para que el ferrocarril se haga cargo de los volúmenes de transporte terrestre», explica Swart. No obstante, concluye que no debemos pasar por alto que los niveles de agua han bajado más rápido este año, lo que hace que la situación sea más impredecible que antes.

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Este artículo ha sido traducido automáticamente del original en inglés al español.

Autor/a Nikos Papatolios

Fuente: RailFreight.com