LTG cierra su oficina china y marca el fin de una era
Los Ferrocarriles Lituanos (LTG) han iniciado oficialmente los trámites para cerrar su oficina de representación en China. La decisión se aplica al contexto geopolítico más amplio entre los dos países en el último año y medio. Las tensiones políticas entre Lituania y China provocaron un cambio total en el panorama de la Ruta de la Seda y sus conexiones ferroviarias bilaterales desde mediados de 2021. Ahora, LTG parece estar cortando los últimos lazos que le quedaban con China.
LTG se centrará ahora en llegar a Extremo Oriente a través de Kazajstán, evitando Rusia. «Estamos hablando con empresas kazajas sobre un proyecto que podría conectar Lituania con Extremo Oriente y Asia Central sin pasar por Rusia», declaró Egidijus Lazauskas, Consejero Delegado de LTG. Sin embargo, ¿el único objetivo de LTG es evitar Rusia debido a la guerra y las sanciones? Podría decirse que no.
Tensión diplomática
El cierre de la oficina china de LTG indica que el tráfico lituano por la Ruta de la Seda atraviesa una crisis. Sin embargo, la guerra en Ucrania y la diversificación del tráfico este/oeste resultante de las sanciones a Rusia y Bielorrusia no es la única razón. Se podría argumentar que éste ha sido el golpe definitivo a las conexiones lituanas de la Ruta de la Seda.
Los problemas empezaron mucho antes. En concreto, los primeros nubarrones en los negocios euroasiáticos de Lituania aparecieron en agosto de 2021, hace más de un año, cuando su gobierno se enfrentó abiertamente a los chinos por el asunto de Taiwán. Fue por aquel entonces cuando Lituania y Taiwán anunciaron su intención de estrechar sus lazos mediante la apertura de oficinas de representación en cada país. Sin embargo, a China no le gustó nada y retiró a su embajador de Lituania, al tiempo que pedía al país báltico que hiciera lo mismo.
La política se infiltra en el transporte
Las frágiles relaciones diplomáticas entre Lituania y China no tardaron en afectar a los enlaces de transporte euroasiáticos. En sólo unos días, la información sobre un paro de trenes chinos con destino a Lituania empezó a aparecer en los titulares. Las dos partes no dejaban de contradecirse: China afirmaba que la política no afectaría al transporte ferroviario y Lituania afirmaba que ya no recibía trenes chinos.
La verdad estaba en algún punto intermedio. De hecho, los trenes China-Europa no dejaron de transitar por Lituania hacia Kaliningrado. Sin embargo, ya no paraban en tierras lituanas, lo que prácticamente excluía a Lituania de la Ruta de la Seda. En el pasado, los trenes solían parar en Vilna para cargar y descargar contenedores. Esto ya no era posible porque los trenes continuaban directamente hacia Kaliningrado, y los contenedores destinados al mercado lituano se descargaban en el paso fronterizo entre Lituania y Kaliningrado y, desde allí, se transportaban de vuelta a Vilna en camiones.
Mayor escalada
Con las relaciones bilaterales entre ambos países en la cuerda floja y Lituania ya no considerada un destino de la Ruta de la Seda por China, la situación se mantuvo estable durante casi un año. Eso fue hasta mediados de agosto de 2022, cuando China decidió dejar de cooperar con Lituania en el transporte internacional y sancionar cualquier cooperación con el país en respuesta a la visita de un funcionario lituano a Taiwán.
Los especialistas del sector aseguraron que esto no afectaría a los trenes China-Europa a Kaliningrado, como no ocurrió en un principio. Sin embargo, combinada con la paralización del tráfico hacia y desde Rusia, la sanción de China a Lituania pareció la gota que colmó el vaso de la posición del país en la Ruta de la Seda. Puede que no repercutiera en las ya inexistentes conexiones de transporte, pero señalaba que era oficialmente el final.
¿Una nueva era?
El cierre de la oficina de LTG en China podría significar el fin de una era. Sin embargo, sus directivos lo ven como una nueva oportunidad. Por un lado, la empresa se centra más en estrechar lazos en el mercado europeo y con Ucrania.
Por otro, ve Kazajstán como su nueva puerta para llegar a Extremo Oriente y Asia Central. ¿Tendrá éxito esta estrategia? El planteamiento es bastante interesante desde el punto de vista de las rutas. ¿Cómo transitarán los trenes euroasiáticos entre Lituania y Kazajstán con la ruta rusa bloqueada? ¿Desempeñarán LTG Cargo Polska y LTG Cargo Ukraine un papel en el transporte de mercancías hacia el Mar Negro y desde allí, a través del Corredor Medio, hacia Kazajstán? Estas son algunas de las preguntas sobre las que merece la pena hacer un seguimiento.
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