Conclusión del Año Europeo del Ferrocarril: mucha reflexión, poca acción
«Hay muchas consultas, mucha unanimidad, pero no se hace lo suficiente sobre el terreno», afirma el embajador ferroviario Wim van de Camp sobre el sector ferroviario holandés en su informe final sobre el Año Europeo del Ferrocarril. Este año temático terminó oficialmente en marzo de 2022, y el embajador ha analizado ahora los resultados.
Actualmente, en el transporte ferroviario de mercancías se pierde demasiado tiempo en problemas transfronterizos menores, como las luces traseras obligatorias y el peso de los trenes. Además, los gobiernos siguen pensando mucho en el transporte ferroviario a nivel nacional y los sistemas técnicos de los distintos países son muy diferentes. Esto puede explicarse como una de las razones de la «lentitud del sector», según van de Camp. Menciona como ejemplo la lentitud de la conexión de la Betuweroute a la red ferroviaria alemana.
Otras modalidades son más adaptables, afirma. Van de Camp considera que la falta de apertura del mercado, competencia e innovación en el sector ferroviario es un obstáculo importante para dar nuevos pasos y señala también la presencia de «empresas estatales lentas».
Cambio modal
Según el embajador, el sector ferroviario sigue siendo un sector caro en comparación con otras modalidades. El embajador aboga por rebajar el canon ferroviario en el contexto de la política climática. También afirma que habría que invertir más en corredores RTE-T para trenes de 740 metros y desviar el transporte de mercancías fuera de los centros urbanos.
Al final, también es necesario un cambio mental entre los cargadores. Tienen que empezar a preguntarse qué valor tiene para ellos la sostenibilidad, concluye.
El informe puede descargarse aquí.
Este artículo es una traducción de una publicación en Nieuwsblad Transport, nuestra web hermana.