Una empresa suiza de transporte de mercancías «etiqueta» su flota de vagones
Un importante proveedor europeo de transporte de mercancías va a equipar toda su flota -unos 5.000 vagones- con etiquetas electromagnéticas que permitirán un seguimiento eficaz y mejorarán la seguridad. SBB Cargo está utilizando la tecnología que ha hecho posible el rápido auge de la identificación por radiofrecuencia (RFID) en el sector de la carga.
Desde la activación de una alarma de llegada al final del viaje hasta el seguimiento de los vagones en «tiempo real» durante el trayecto, SBB afirma que el uso de la RFID, que utiliza ondas electromagnéticas para transmitir información entre los vagones y los transpondedores a lo largo de la ruta, aporta importantes beneficios.
Sistema de lectura
Se colocan dos etiquetas en cada vagón, y el sistema de lectura indica en qué momento un vagón concreto ha pasado por un punto determinado. También puede leer lo que se transporta y responder así a las necesidades de los distintos clientes. Unos 1.000 vagones irán equipados con las etiquetas a finales de año, cifra que aumentará a 5.000 en diciembre de 2017.
SBB Cargo afirma que el desarrollo de la tecnología RFID en su material rodante y su red está contribuyendo a crear un concepto logístico totalmente nuevo en el sector del transporte de mercancías, y que hace que el transporte ferroviario de mercancías esté «tecnológicamente preparado» para las futuras demandas del mercado. SBB afirma que este último despliegue complementa el trabajo que está realizando en tres áreas:
Tecnología de pesaje
En primer lugar, la «Inteligencia de Activos» permite a los vagones de mercancías utilizar nuevas tecnologías. SBB Cargo dispone actualmente de 150 vagones con control de temperatura y tecnología de pesaje en las vías. En segundo lugar, mediante «maniobras y formación de trenes eficientes», la empresa está modernizando las operaciones de maniobra. Por último, la «inteligencia en tierra» -cada vez más conocida en el sector como WTMS (Wayside Train Monitoring Systems)- permite identificar los vagones y comprobar su estado desde puntos definidos de la red.
Los proveedores ferroviarios de todo el mundo están adoptando la RFID, de forma lenta pero segura, como medio preciso de controlar su material rodante, para garantizar que el progreso de las flotas y su estado físico pueden supervisarse de principio a fin. El primer uso comercial generalizado de la RFID de largo alcance fue para el cobro electrónico de peajes en Estados Unidos, y poco después se utilizó en el ferrocarril. Sin embargo, no ha sido hasta hace poco que los operadores europeos han empezado a adoptar la RFID a mayor escala y se están dando cuenta de sus ventajas.