¿Producirán los intentos de sinergia del INSTC los resultados esperados?

Rusia está creando una nueva unión tecnológica y logística para estrechar los lazos comerciales y económicos con los países del Mar Caspio y Asia Central. El principal objetivo de la unión será impulsar el transporte a través del Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC), con la participación sin fisuras de países que, de otro modo, serían problemáticos, como Irán. Esta iniciativa es sólo uno de los muchos intentos de Rusia de integrar la región en sus cadenas de suministro.

Uno de los principales problemas del INSTC es su carácter fragmentario. Los países que han intentado crearlo se han enfrentado a algunos retos, principalmente relacionados con los regímenes especiales a los que están sujetos algunos países (sanciones a Rusia-Irán), la falta de experiencia previa en el desarrollo de soluciones logísticas compartidas y, lo que es más importante, la falta de un mercado económico integrado.

Se han hecho muchos intentos para facilitar la situación, y la creación de una unión tecnológica y logística con este fin, anunciada por el Viceministro ruso de Desarrollo Económico, Dmitry Volvach, es el último. ¿Funcionará esta vez?

Trabajo en curso

No es ninguna novedad que Rusia ha dedicado mucho tiempo y recursos a intentar volver a desarrollar sus cadenas de suministro internacionales, manteniendo al mismo tiempo el control y la influencia sobre sus países vecinos y asociados. Su expansión en las regiones del Mar Caspio y Asia Central fue bastante agresiva durante algún tiempo, dando la impresión de que el INSTC podría monopolizar el interés en los próximos años al convertirse en un corredor de rápido desarrollo.

Sin embargo, el principal problema de desarrollo del INSTC parece ser su naturaleza. Hasta ahora se han tomado muchas iniciativas para abordar esta cuestión. Por ejemplo, Rusia e Irán conectaron sus sistemas de pago interbancario a principios de 2023 para facilitar los pagos, las inversiones y los proyectos compartidos, incluido el transporte. Además, Irán firmó un Memorando de Entendimiento con la Unión Económica Euroasiática (UEEA) -liderada por Rusia- para agilizar el libre comercio, los servicios de transporte y los flujos de capital con sus Estados miembros.

Por otra parte, Rusia ha iniciado soluciones similares con India. Los dos países intentaron revitalizar el mecanismo de pago rupia-rublo para facilitar las soluciones de financiación de los servicios de transporte y las inversiones. Irán también estaría incluido en el plan. Sin embargo, hasta ahora no ha habido ningún avance concreto en este sentido.

Y, por supuesto, hay muchas otras iniciativas. Algunos ejemplos son la creación de una empresa conjunta ruso-india de construcción y reparación naval en el Mar Caspio, una empresa conjunta entre Rusia-Kazajstán-Turkmenistán, la adhesión de Irán a la Organización de Cooperación de Shanghai, la modernización de terminales clave y la apertura de otras nuevas a lo largo del INSTC.

¿Cuáles son las expectativas?

Los datos muestran que el comercio entre Rusia e Irán ha crecido considerablemente en los últimos meses; se han puesto en marcha diversas rutas y más países, por ejemplo, del Golfo Arábigo, están interesados en participar en el INSTC. Sin embargo, el corredor en su conjunto no se ha desarrollado de acuerdo con las expectativas, mientras que miembros clave, como India, siguen luchando por encontrar su lugar en él.

Una pregunta a la que hay que responder en este caso se refiere a las posibilidades de desarrollo. ¿Existen? Y, de ser así, ¿cómo podrían desarrollarse? Una posibilidad podría ser que el INSTC se desarrolle de forma totalmente distinta a la esperada. Por ejemplo, podría ser más fácil utilizar la ruta y lanzar más servicios con países del Golfo Arábigo que con India. Otra posibilidad es que el INSTC se convierta en una red regional entre Rusia y los países vecinos. Este podría ser el motivo por el que Kazajstán mantiene una postura escéptica sobre el corredor, ya que quiere evitar el regionalismo y el aislacionismo de Occidente. Por último, el INSTC podría encontrarse aún en una fase muy incipiente, necesitando más años y experiencia para desarrollar todo su potencial.

La última posibilidad, la de un corredor muy joven que necesita más tiempo, es bastante realista. De hecho, es imposible poner en marcha un proyecto tan gigantesco con la coordinación de tantas partes diferentes. Sin embargo, ésta podría ser también la principal razón por la que el INSTC no ha cumplido las expectativas. Se necesita más tiempo; eso es un hecho. No obstante, también hay que tener en cuenta el panorama general y la visión que hay detrás del corredor, que ahora parece poco clara y da la impresión de que sólo sirve para fines regionales.

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Este artículo ha sido traducido automáticamente del original en inglés al español.

Autor/a Nikos Papatolios

Fuente: RailFreight.com