El viceministro griego de Transportes afirma que «me aterran el tiempo y los costes de la reconstrucción de Tack
Reconstruir la red ferroviaria griega, gravemente dañada tras las inundaciones de principios de septiembre, es una tarea aterradora para el Viceministro griego de Infraestructuras y Transportes, Nikos Tahiaos, teniendo en cuenta el tiempo y el dinero que necesitará. El Viceministro afirmó que restablecer la operatividad de la red ferroviaria será una «gran aventura», dado que ha sufrido los daños más importantes en lo que a infraestructuras se refiere.
«Es extremadamente difícil limitarse a restaurar las líneas dañadas. Tendremos que poner en marcha una reconstrucción completa», explicó Tahiaos durante una entrevista con la radiotelevisión pública griega ERT. Añadió que los fondos para la reconstrucción ferroviaria se obtendrán a través de las reservas del Mecanismo de Recuperación y Recuperación (MRR) de la UE destinadas a inversiones en Grecia.
Sin embargo, subrayó que la suma es tan grande que no quiere mencionarla, con lo que no explica cuánto costará reconstruir el principal eje ferroviario norte-sur griego. La última estimación hablaba de al menos 160 millones de euros, cantidad que podría haber aumentado aún más a medida que aparezcan más y más daños mientras retrocede el agua de las inundaciones.
El transporte de mercancías, máxima prioridad
La Organización de Ferrocarriles Helénicos (OSE) ha desplegado un doble plan para la reconstrucción de la red. En la primera fase, la empresa nacional de ferrocarriles pretende reparar al menos una de las dos vías de la línea para que el tráfico pueda reanudarse con vía única, tracción diésel y operaciones a baja velocidad. Se estimaba que este esfuerzo duraría entre tres y cuatro semanas, pero Tahiaos dice ahora que podría durar hasta dos meses. Hasta ahora, la única acción de recuperación consiste en retirar los materiales portátiles de las vías.
Esta solución es esencial para el transporte de mercancías por ferrocarril y para El Pireo, ya que el puerto griego está completamente aislado de los servicios ferroviarios, lo que ha provocado un importante retraso que ya acumula cientos de contenedores. Según Tahiaos, esa es también la principal prioridad del Gobierno. «Cuando la vía única esté disponible para las operaciones, los trenes diésel podrán circular a 80 km/h, y la capacidad se reservará principalmente para los trenes de mercancías y, en segundo lugar, para los pasajeros», explicó.
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