Huelgas ferroviarias de febrero en el Reino Unido, ¿qué hay para el transporte de mercancías?

Tras un mes de calma, Gran Bretaña se adentra en una semana de nuevas huelgas en los ferrocarriles. Febrero comenzó con dos huelgas, ambas de un día de duración. La primera tuvo lugar el miércoles 1 de febrero y la segunda será el viernes 3 de febrero. Los maquinistas, en su mayoría del sindicato ASLEF, están en huelga estos días. Esto significa que los servicios de pasajeros se verán interrumpidos o no existirán en la mayor parte del país durante el resto de la semana. Los servicios de mercancías no se verán afectados por el momento.

El Gobierno británico, distraído, no ha hecho ningún progreso tangible en la larga serie de conflictos en la red ferroviaria del Reino Unido. La semana pasada se dedicó a gestionar una crisis política partidista tras otra, mientras una serie de conflictos laborales entraban en ebullición. Los ferrocarriles y sus conflictos, aparentemente irresolubles, han quedado relegados a un segundo plano mediático, pero siguen estando en el centro de la atención de los sindicatos.

La economía de la taza de café volteada

El noveno mes del conflicto ferroviario, que bate todos los récords, apenas ha saltado a la palestra parlamentaria esta semana. En la Cámara de los Comunes se han intercambiado airadas palabras sobre el incumplimiento por parte del Primer Ministro de las leyes de seguridad vial (no llevar puesto el cinturón de seguridad) y el descuido del ex Canciller en el pago de su factura fiscal, un asunto insignificante de cuatro millones de libras (4,5 millones de euros). Esta farsa ha eclipsado incluso el ridículo del actual canciller, Jeremy Hunt, por intentar explicar la política económica con unas cuantas tazas de café volcadas.

Cualquiera que piense que la resolución de los conflictos ferroviarios se ha puesto en el fondo de la bandeja de entrada de Rishi Sunak tendría toda la razón. Antes de ocuparse de eso, el Primer Ministro tiene que pagar su multa por viajar en un coche ministerial sin cinturón de seguridad, un acto agravado por grabar un vídeo promocional al mismo tiempo, que se emitió bastante más a menudo de lo que su oficina podría haber pretendido posteriormente. A esto hay que añadir la larga serie de huelgas sin precedentes de conductores de ambulancias, enfermeros, funcionarios, profesores universitarios, maestros de escuela, comadronas, fisioterapeutas y conductores de autobús.

Relaciones en el sector del transporte de mercancías

El sector del transporte de mercancías sigue siendo un remanso de armonía entre empresarios y trabajadores. La naturaleza de las operaciones de transporte de mercancías puede explicar en gran medida esta situación. Al fin y al cabo, no hay discusiones sobre quién abre o cierra las puertas en un tren de mercancías. Los billetes para viajar suelen ser algo más onerosos de comprobar en el caso de las mercancías, pero, de nuevo, sólo suele haber uno por tren.

Se avecina un largo tren de conflictos laborales, pero el primer ministro británico parece preocupado y el gobierno no parece capaz de manejar la carga. (Imagen: Wikimedia Commons. © Murgatroyd49)

Tampoco hay complacencia en el sector. El buen funcionamiento de las relaciones laborales en el sector del transporte de mercancías depende de la buena voluntad tanto de los operadores como de los sindicatos. Además, el sector es mucho más pequeño que el de pasajeros. En un día normal, el horario laboral británico puede estar dominado por los servicios de pasajeros, que superan en número a los movimientos de mercancías en una proporción de más de veinticinco a uno.

Irónico aniversario

Dieciocho compañías de trenes de pasajeros de Inglaterra han interrumpido por completo sus servicios o los han limitado considerablemente. Los servicios transfronterizos a Gales y Escocia también están restringidos. A pesar de ello, el gobierno de Londres no se ha mostrado tan perplejo como en los ocho meses anteriores de agitada disputa. En su lugar, el gobierno ha impulsado un incendiario proyecto de ley parlamentaria para imponer amplios poderes de imposición de un nivel mínimo de servicios para determinados sectores críticos de la economía, limitando el impacto de la huelga y haciendo del despido una sanción válida por infringir las estrictas normas.

La nueva ley del Parlamento ha avanzado en medio de una furia apenas sorprendente entre los partidos de la oposición y los sindicatos. Todavía tiene que pasar por la Cámara Alta, la Cámara de los Lores, antes de convertirse en ley. No es una conclusión inevitable, pero si se aprueba, restringirá gravemente el derecho a retirar mano de obra. Sus partidarios afirman que no hace sino alinear al Reino Unido con gran parte de Europa. En un giro irónico, todo este malestar y discordia se desarrolla mientras Gran Bretaña no celebra precisamente el primer día del cuarto año, de la era post-Brexit.

Siga RailFreight.com en Google News y entérese de las últimas actualizaciones del sector.

Lea también:

Este artículo ha sido traducido automáticamente del original en inglés al español.

Autor/a Simon Walton

Fuente: RailFreight.com