El transporte ferroviario de mercancías podría ser el hombre sucio de Felixstowe en 2035
Las operaciones de transporte de mercancías por ferrocarril en Felixstowe se enfrentan a un preocupante dilema. Aunque el propio puerto ha avanzado mucho en la adopción de prácticas sostenibles, como la introducción de grúas de patio eléctricas, tractores eléctricos y la firma de acuerdos para el suministro de electricidad renovable, la infraestructura ferroviaria que conecta los puertos con los destinos del interior aún no ha experimentado una transformación similar. El transporte ferroviario de mercancías podría convertirse en la «parte sucia» de las operaciones portuarias en 2035.
Hutchison Ports, que explota terminales marítimas en todo el mundo, ha fijado un ambicioso objetivo para sus tres puertos británicos, Felixstowe, Harwich y London Thamesport. Pretenden alcanzar objetivos de emisiones netas cero para 2035 bajo ciertos parámetros definidos. El transporte de mercancías por ferrocarril es una parte vital de las operaciones en Felixstowe, el puerto intermodal más activo y la terminal intermodal de mercancías por ferrocarril más activa del Reino Unido. Sin embargo, la infraestructura ferroviaria que da servicio a Felixstowe y a otros puertos gestionados por Hutchison sigue sin electrificar y dependiendo de la flota de locomotoras diésel.
Equipos nuevos y más sostenibles
Clemence Cheng, Directora Ejecutiva de Hutchison Ports y Directora Gerente de Hutchison Ports Europe, destacó la importancia de los objetivos de sostenibilidad y los progresos realizados en la organización. «Operamos en muchos mercados de todo el mundo y nos hemos fijado ambiciosos objetivos de reducción de emisiones en todas las regiones», afirmó. «Nuestro viaje ya ha comenzado. Estamos invirtiendo en equipos nuevos y más sostenibles, y el Reino Unido estará entre las primeras de nuestras unidades de negocio en alcanzar el objetivo.»
Aunque el propio puerto está tomando medidas para reducir las emisiones y pasar a tecnologías más limpias, las operaciones ferroviarias hacia sus puertos, en particular Felixstowe, siguen dependiendo de la energía diésel. Esto supone un reto importante para cumplir los objetivos de reducción de emisiones del gobierno británico. El transporte ferroviario de mercancías, con su potencial para transportar grandes volúmenes de mercancías de forma eficiente y con menos emisiones en comparación con el transporte por carretera, tiene la oportunidad de desempeñar un papel crucial en la reducción de las emisiones de carbono en el sector logístico. Sin embargo, sin la electrificación de las líneas ferroviarias, todo el potencial del cambio modal sigue sin aprovecharse.
Alinearse con los objetivos medioambientales del gobierno
El transporte por carretera, a pesar de contar con una flota mucho más limpia que en décadas pasadas, seguirá dependiendo en gran medida del gasóleo durante la próxima década. Los biocombustibles pueden reducir las emisiones, pero el ferrocarril no puede sustituir completamente a los camiones en Felixstowe debido a las actuales limitaciones de capacidad. Esto coloca a las operaciones de transporte de mercancías por ferrocarril en una posición crítica, ya que corren el riesgo de convertirse en el aspecto «sucio» desde el punto de vista medioambiental de las operaciones en tierra del puerto. Aunque los buques marítimos también funcionan con gasóleo y las emisiones de los barcos siguen siendo un problema mundial, abordar las emisiones del transporte ferroviario de mercancías representa una oportunidad única para avanzar de forma significativa hacia un sector logístico más ecológico, al menos en tierra. Felixstowe anunció recientemente el desarrollo de instalaciones de hidrógeno en el puerto, lo que sugiere que el tema no ha escapado a la atención de los operadores portuarios.
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A medida que el Reino Unido avanza hacia una economía neta cero, es imperativo modernizar y electrificar la infraestructura ferroviaria que da servicio a Felixstowe. Esto no sólo se ajustaría a los objetivos medioambientales del Gobierno, sino que también liberaría todo el potencial del transporte ferroviario de mercancías para reducir las emisiones de carbono. Al invertir en tecnologías sostenibles y en electrificación, los operadores ferroviarios pueden garantizar que Felixstowe se convierta en un faro de la logística respetuosa con el medio ambiente, complementando los esfuerzos de los operadores portuarios para alcanzar los objetivos de cero emisiones netas.