HS2 y el papel del transporte ferroviario de mercancías en el traslado de materiales de construcción
HS2 Limited, la empresa creada específicamente para construir el ferrocarril Londres-Birmingham, ha recurrido ampliamente al apoyo del transporte de mercancías por ferrocarril durante toda su fase de construcción. Hasta la fecha, las operaciones han trasladado millones de toneladas de materiales, desde y hacia las obras, a lo largo de la primera fase de las operaciones, la construcción del tramo central entre las dos ciudades. Esta vasta operación responde al objetivo declarado del plan HS2 de reducir las emisiones de carbono eliminando en la medida de lo posible los desplazamientos por carretera de las vías británicas.
La construcción de HS2 ha contribuido notablemente al auge de la industria británica de la construcción. El que a menudo se ha descrito como el mayor proyecto de ingeniería civil de Europa ha dependido en gran medida de materiales procedentes del norte de Inglaterra. Gran parte del volumen de material se ha transportado por ferrocarril desde las canteras de los alrededores de Manchester y Derbyshire. Las extensas operaciones han requerido la colaboración de la agencia de infraestructuras Network Rail, los proveedores de áridos y las cuatro compañías operadoras de transporte de mercancías por ferrocarril que prestan servicio a los emplazamientos de HS2 a lo largo de las 120 millas (190 km) del trazado.
Nueva vida para la antigua Great Central Railway
El auge de la industria de la construcción en el Reino Unido ha supuesto un bienvenido impulso para las operaciones de transporte ferroviario de mercancías a granel. La incorporación de la carga de trabajo de HS2 ha hecho que el tráfico aumente considerablemente en los últimos años, y se espera que las cifras trimestrales de la Oficina de Ferrocarriles y Carreteras, previstas para finales de este mes, reflejen una continuación de esa tendencia. Para la HS2, gran parte del suministro de materiales procede de las canteras del Peak District, en Derbyshire. La zona estuvo servida en su día por una línea exprés de pasajeros, pero ahora lo que queda de ella se ocupa de las cargas más lentas y pesadas de lugares como Dove Holes y Tunstead, sólo dos de las extensas canteras de la zona.
Todas las canteras se encuentran cerca de la antigua Great Central Railway (aunque aún más cerca de su némesis comercial, la antigua Midland Railway). Hasta la década de 1960, la línea prestaba servicio entre Londres y Manchester. La línea fue célebre por albergar los «Blue Pullmans», un tren de pasajeros de formación fija con coches motores «de cabeza y cola», precursor de los trenes exprés diésel de los años setenta. No quedan «Blue Pullmans» en servicio, pero hay esperanzas de que, algún día, las modernas formaciones de alta velocidad se hagan eco de su prestigioso servicio, aunque esas esperanzas se hayan visto frenadas por el reciente anuncio del Gobierno de un retraso en la finalización de las partes septentrionales del proyecto HS2.
Los desechos del túnel no estropean la vista
No son sólo trenes cargados de áridos. Las extensas obras de tunelización del proyecto han exigido la retirada de enormes cantidades de escombros, lo que a veces ha requerido algo más que trenes para mantener las carreteras despejadas. En el oeste de Londres, por ejemplo, se ha instalado una red de cintas transportadoras para retirar los escombros de la obra. La estación de Old Oak Common, que ocupará el solar, será la terminal provisional del HS2. Serán necesarios más túneles para recorrer los ocho kilómetros restantes hasta la remodelada estación de Euston, en el centro de Londres, donde terminará la línea.
El objetivo para 2030, fijado por HS2, exige que el proyecto elimine de las carreteras hasta 1,5 millones de camiones, con hasta 15.000 trenes de mercancías previstos para transportar diez millones de toneladas de áridos hacia y desde las obras. Ahora se espera que la HS2 traslade el doble de ese volumen de áridos y escombros a lo largo de todo el programa, retirando tres millones de camiones de la red nacional de carreteras británica en 30.000 trenes de mercancías. Los mayores generadores de materiales, tanto hacia el interior como hacia el exterior, son las 32 millas (51 km) de túneles de doble calado. A pesar del anuncio gubernamental de que el proyecto se ralentizaría, HS2 sigue confiando en que, una vez terminado, el nuevo ferrocarril liberará espacio para más servicios de mercancías en todo el país y trenes de pasajeros locales y regionales adicionales.
