El paquete Fit for 55, ¿buenas noticias para el ferrocarril?

La Comisión Europea ha dado a conocer su ambicioso paquete normativo «Fit for 55». El objetivo es reducir al menos un 55% las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE para 2030. Se trata de una cifra considerablemente superior al 40% previsto inicialmente, basado en el nivel de emisiones de 1990. Grupos interesados como la CER y la UIRR han respondido positivamente hasta ahora.

Entre las propuestas figura una revisión de la Directiva sobre el Régimen Comunitario de Comercio de Derechos de Emisión (RCCDE). El comercio de derechos de emisión es el sistema de «tope y comercio» que garantiza una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Se fija un «tope» a la cantidad total de determinados gases de efecto invernadero que pueden emitirse. Dentro de ese límite, los derechos de emisión se «intercambian» entre los contaminadores según sea necesario.

El RCCDE debe abarcar todos los modos de transporte

Por el momento, el RCCDE no cubre todos los modos de transporte. En el caso de la aviación, el ámbito de aplicación actual del RCCDE sólo abarca los vuelos dentro del Espacio Económico Europeo, es decir, sólo un tercio de las emisiones de CO2 de la aviación. El sistema actual ofrece el 85% de los derechos gratuitos a las compañías aéreas, que también se benefician de una exención fiscal para el queroseno. Los combustibles para el transporte por carretera están actualmente fuera del ámbito de aplicación del RCCDE y están sujetos a impuestos sobre el combustible a nivel nacional. Incluso en las grandes carreteras, la tarificación basada en la distancia sólo se aplica a los camiones en aproximadamente el 20% de la red.

La Comisión propone reducir aún más el límite global de emisiones y aumentar su tasa anual de reducción. La Comisión también propone eliminar progresivamente los derechos de emisión gratuitos para la aviación e incluir por primera vez las emisiones del transporte marítimo. Para hacer frente a la falta de reducción de emisiones en el transporte por carretera y los edificios, se establece un nuevo régimen de comercio de derechos de emisión separado para la distribución de combustible para el transporte por carretera y los edificios.

Igualdad de condiciones

En opinión de la Comunidad Europea de Empresas Ferroviarias y de Infraestructuras (CER), se trata de un paso en la buena dirección. En el transporte, todos los modos deben pagar por el carbono que generan -directa o indirectamente- y sin exenciones.

Como gran consumidor de electricidad, el ferrocarril paga unos 500 millones de euros al año al RCCDE y cumple plenamente el principio de quien contamina paga. Los trenes funcionan cada vez más con energías renovables, lo que demuestra el compromiso del sector con la sostenibilidad, pero también la eficacia de la tarificación del carbono para influir en el comportamiento del mercado. En la actualidad, cuatro de cada cinco trenes en Europa funcionan con electricidad, y uno de cada tres ya procede de fuentes renovables.

Otras propuestas

Las propuestas incluyen otras medidas en apoyo del mismo objetivo, como un mayor uso de las energías renovables, una mayor eficiencia energética, un despliegue más rápido de los modos de transporte de bajas emisiones y de las infraestructuras y combustibles que los apoyan, una alineación de las políticas fiscales con los objetivos del Pacto Verde Europeo, medidas para evitar las fugas de carbono e instrumentos para preservar y aumentar los sumideros naturales de carbono de la UE.

Según la CER, las propuestas presentadas hoy sientan las bases para la aplicación de una tarificación del carbono en el transporte a escala de la UE. «Acompañado, sobre todo a corto plazo, de otras políticas de mejora de la eficiencia de los vehículos y de cambio a combustibles bajos en carbono, el paquete Fit for 55 apoyará los efectos clave de la tarificación del carbono y ofrecerá una oportunidad real de cerrar la brecha de emisiones de gases de efecto invernadero. Esto es aún más necesario en el contexto actual de recuperación ecológica tras la pandemia del COVID19.

«Los ferrocarriles europeos apoyan plenamente el objetivo de hacer del continente europeo un emisor cero para 2050», comentó Alberto Mazzola, Director General del CER. «Los ferrocarriles ya están en vías de reducir sus emisiones en un 55% para 2030 y convertirse en un emisor cero antes de 2050. El cambio modal acelerará aún más la reducción de las emisiones europeas. Los principios de «quien contamina paga» sólo funcionarán con un precio del carbono sólido aplicado a todos los modos de transporte. Y los ingresos procedentes de la tarificación del carbono deben destinarse a seguir desarrollando sistemas de transporte con bajas emisiones de carbono y a proteger a los ciudadanos de la UE de la pobreza energética.»

Transporte intermodal

Según la UIRR, Unión Internacional de Transporte Combinado Ferrocarril-Carretera, el papel del transporte intermodal es de gran importancia. Según este grupo de interés, el transporte combinado ofrece ya hoy una solución probada. «Los agentes del mercado ya informan de reducciones de emisiones de CO2 del 65-70% conseguidas al cambiar las cadenas de transporte puramente por carretera al Transporte Combinado. Al complementar el transporte ferroviario de mercancías eléctrico y el transbordo intermodal eléctrico con camiones eléctricos en el primer y último tramo por carretera, el transporte combinado con cero emisiones de carbono puede convertirse en la rutina diaria dentro de una década».

Para cumplir los objetivos, el transporte combinado tendría que alcanzar una tasa de crecimiento anual realista del 7-8%, para lo cual hay que crear las condiciones necesarias, prosigue. «Así, el transporte combinado podría producir por sí solo la reducción de CO2 que se espera del transporte de mercancías de superficie en Europa. Hay que elegir las inversiones que ofrezcan resultados con bajo riesgo y utilizando la menor cantidad de recursos de los contribuyentes, de entre las diversas opciones presentadas por los diferentes actores que buscan beneficiarse de la transición que tenemos por delante. El transporte combinado con cero emisiones de carbono no necesita I+D, ya que se basa en tecnologías existentes. Así pues, el transporte combinado puede facilitar materialmente la neutralidad en carbono de aquí a 2050».

El paquete Fit for 55 se presentó el miércoles 14 de julio y puede consultarse aquí.

Este artículo ha sido escrito por Esther Geerts.

Este artículo ha sido traducido automáticamente del original en inglés al español.

Autor/a Majorie van Leijen

Fuente: RailFreight.com