El Ministerio polaco de Infraestructuras impulsa más peajes para el ferrocarril
El Ministerio polaco de Infraestructuras ha dado curso a una sólida petición del sector nacional del transporte ferroviario de mercancías. El organismo de la administración pública ha presentado un proyecto de ley que prevé la ampliación de la red de carreteras cubierta por peajes electrónicos. De este modo, quiere aumentar los costes del transporte por carretera, crear unas condiciones más equitativas con el ferrocarril y empujar a los cargadores a optar por él.
La política propuesta no pretende aumentar los precios del peaje. En cambio, quiere ampliar la cobertura del telepeaje en la red nacional de autopistas. «Actualmente, el telepeaje se cobra en unos 3.620 kilómetros de carreteras nacionales», subraya el Ministerio, según los medios polacos.
«Ampliar la red de carreteras cubiertas por el sistema de telepeaje es una acción que nivela la competitividad. El peaje de los tramos de nueva construcción de carreteras de alta categoría podría reducir el desequilibrio entre el transporte por carretera y el transporte ferroviario al que nos enfrentamos actualmente en Polonia», añadió.
El razonamiento del Ministerio de Infraestructuras se basa en que el sistema de peaje de las carreteras es uno de los factores de desequilibrio estructural entre el transporte nacional por carretera y el ferroviario. En consecuencia, considera una solución justa atajar esta «distorsión del mercado que hace que los cargadores elijan la carretera en lugar del ferrocarril, que tiene unos peajes mucho más elevados».
Para el sector polaco del transporte de mercancías por ferrocarril, esta evolución debe sonar como música para sus oídos. Ya hace tiempo que el Gobierno viene solicitando que se subvencionen los elevados TAC ferroviarios mediante el aumento de los peajes de carretera. Con esta medida, el Ministerio de Infraestructuras no accede plenamente a esta petición al utilizar los ingresos de los peajes de carretera para subvencionar los costes ferroviarios. Sin embargo, beneficia indirectamente al sector ferroviario, ya que crea condiciones de igualdad para que los cargadores elijan el modo de transporte que prefieran.
Por supuesto, este proyecto de ley tiene que ser aprobado oficialmente antes de que pueda producirse cualquier debate sobre cambios concretos.