El tiempo en Gran Bretaña se enfría, pero el clima de huelga vuelve a calentarse
Gran Bretaña se enfrenta a una nueva oleada de huelgas en toda la red ferroviaria, que comienza este miércoles con un paro total del mayor sindicato del sector, el RMT (Rail, Maritime and Transport). Justo cuando se pensaba que era seguro volver a las vías, el sindicato de maquinistas ASLEF tomará medidas en varios operadores de pasajeros de Inglaterra.
Las conversaciones entre Network Rail y los sindicatos se han estancado, y el RMT ha convocado a sus 40.000 afiliados a un paro de veinticuatro horas el 27 de julio, es decir, este miércoles. Los operadores se preparan para una semana de interrupciones, con importantes eventos nacionales en los próximos siete días. A principios de agosto se prevén nuevas movilizaciones.
Sin ofertas mejoradas
El Reino Unido se prepara para una nueva ofensiva ferroviaria. Tras un breve respiro para dejar que el país se asfixiara bajo una ola de calor sin precedentes, ambas partes han vuelto a la carga, preparadas para presentar informes mordaces sobre la otra parte.
Mick Lynch, secretario general de RMT, ha declarado: «La huelga se llevará a cabo según lo previsto». Lynch enumeró las medidas que, según él, han enfadado a sus miembros. Network Rail no ha mejorado su anterior oferta salarial y las compañías ferroviarias no nos han ofrecido nada nuevo». «Network Rail ha amenazado con imponer despidos forzosos y recortes inseguros del 50% en las tareas de mantenimiento si no retiramos la huelga prevista. El Gobierno tiene que dejar de interferir en este conflicto para que los empresarios ferroviarios puedan llegar a un acuerdo negociado con nosotros».
El Gobierno se autolesiona
Sin embargo, lejos de echarse atrás, el Gobierno británico ha rebatido, con críticas sin paliativos, a los sindicatos por ignorar un mundo cambiante. «Estas huelgas no son sólo un intento de descarrilar unas reformas que son fundamentales para el futuro de la red, sino también un increíble acto de autolesión por parte de los dirigentes sindicales», ha declarado Grant Shapps, secretario de Transporte del Gobierno británico. «A diferencia de los últimos 25 años, cuando el aumento de la demanda se daba por sentado, hoy el ferrocarril está en una lucha [por el patrocinio]».
Para respaldar esta afirmación con medidas, el gobierno no ha perdido el tiempo y ha introducido una nueva legislación. Ya está en vigor una nueva ley que permitirá a las empresas afectadas por huelgas cubrir las carencias de personal con trabajadores cedidos por empresas de trabajo temporal. «Aunque las huelgas ferroviarias de esta semana llegarán demasiado pronto para beneficiarse de esta legislación, se trata de un hito importante que refleja la determinación del Gobierno de reducir al mínimo el poder de los jefes sindicales», declaró un Shapps inquebrantable. «Esta reforma vital significa que cualquier huelga futura causará menos trastornos y permitirá a la gente trabajadora continuar con su día a día».
Perturbaciones en todo el país
Esta medida combativa de Westminster no ha servido para desviar la atención del sindicato de maquinistas ASLEF, cuyos miembros se movilizarán el próximo sábado. «Nos hemos visto obligados a adoptar esta postura por las compañías ferroviarias, impulsadas por el Gobierno conservador», declaró su secretario general, Mick Whelan. «Los maquinistas de las compañías en las que estamos en huelga han sufrido un recorte salarial real en los últimos tres años. Estas empresas no nos ofrecen nada, diciendo que el gobierno les ha atado las manos. [Nos están pidiendo que aceptemos un recorte salarial real. Eso no es aceptable. La huelga es, ahora, la única opción disponible».
Los preparativos de los operadores para los paros del miércoles y el sábado afectarán probablemente a las dos semifinales del Campeonato de Europa Femenino de Fútbol, con partidos en Sheffield el martes por la noche y en Milton Keynes el sábado. La ceremonia de inauguración de los Juegos de la Commonwealth en Birmingham es el jueves, y la temporada de la liga escocesa de fútbol comienza el sábado, que es también el día principal del festival de pop Kendal Calling, en el Distrito de los Lagos, con todas las entradas agotadas.
Guerra abierta y atrincherada
Network Rail dice que sólo uno de cada cinco servicios funcionará este miércoles. Por si esto fuera poco, hay más nubes grises en el horizonte estival. RMT ya ha convocado nuevas huelgas para los días 18 y 20 de agosto. El sindicato de personal de apoyo, TSSA, está convocando a sus afiliados a la huelga. «Los trabajadores ferroviarios han mantenido en funcionamiento nuestros vitales servicios de transporte público durante la pandemia de coronavirus», declaró Manuel Cortés, Secretario General del TSSA. «Se enfrentan a una seguridad laboral incierta y ven cómo los salarios se quedan atrás con respecto al aumento del coste de la vida. No podemos quedarnos de brazos cruzados».
Para entonces, la nueva legislación del Gobierno estará activa. «A la luz de la acción sindical militante que amenaza con paralizar servicios públicos vitales, hemos actuado con celeridad para derogar estas gravosas restricciones al estilo de los años setenta», ha declarado el Secretario de Estado de Empresa del Reino Unido, Kwasi Kwarteng, que parecía estar en todo menos de humor reconciliador. «Las empresas expuestas a las perturbaciones causadas por las huelgas podrán recurrir a trabajadores temporales cualificados para prestar los servicios que permiten a la gente honrada y trabajadora seguir adelante con sus vidas. Son buenas noticias para nuestra sociedad y nuestra economía».
A última hora del lunes (25 de julio), el sindicato TSSA se sumó a la convocatoria de huelga convocando a sus afiliados a una huelga en 11 compañías ferroviarias de pasajeros. Los trabajadores ferroviarios que desempeñan funciones que van desde las taquillas hasta los centros de gestión participarán en la huelga los días 18 y 20 de agosto. Habrá huelga en Avanti West Coast, c2c, East Midlands Railway, CrossCountry, Great Western Railway, LNER y Southeastern, y «acciones sin llegar a la huelga» en West Midlands Trains, Northern, Greater Anglia, TransPennine Express y Southeastern.
La última vez que un gobierno conservador mantuvo una guerra tan abierta con el movimiento sindical fue en la década de 1980. La huelga de los mineros duró más de un año y trajo miseria generalizada al país. En estos momentos, el Reino Unido está sumido en una desesperación histórica. Al final de aquel conflicto, todavía había un gobierno conservador… y, finalmente, no había minas.
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