El ferrocarril escocés debe descarbonizarse antes de 2035, también en las zonas remotas
El Gobierno escocés sigue una agresiva política de descarbonización y planea que la economía de Escocia sea neta cero en 2045, cinco años antes de lo que pretende el Reino Unido con el mismo objetivo. Y, por tanto, el ferrocarril también debe descarbonizarse, fue uno de los principales mensajes de la reciente conferencia anual del Partido Nacional Escocés, que ostenta el poder en Edimburgo en coalición con el Partido Verde de Escocia.
Jenny Gilruth, la política del Gobierno escocés que fue nombrada Ministra de Transportes en enero, se dirigió al sector con este motivo. Tiene ante sí la ardua tarea de conseguir que los ferrocarriles de titularidad pública de Escocia alcancen el objetivo de descarbonización en 2035. Parece un objetivo difícil, dado que una elevada proporción de los kilómetros de las rutas escocesas discurren por terrenos difíciles y remotos. Sin embargo, Gilruth ha heredado un programa continuo de electrificación y un programa de apoyo para la implantación de combustibles alternativos.
Actitud progresista hacia el transporte de mercancías por ferrocarril
Escocia también tiene una actitud progresista hacia el transporte de mercancías por ferrocarril, según Transport Scotland, la agencia civil gubernamental que informa y aplica las decisiones políticas. En una reciente reunión del Grupo de Transporte Ferroviario de Mercancías, su director de ferrocarriles, Bill Reeve, señaló que para cumplir los objetivos de Escocia de reducción a cero, se necesitaban otros treinta o cuarenta transportes intermodales diarios. Gilruth corroboró esta afirmación diciendo a su audiencia que es necesario desarrollar una sólida infraestructura ferroviaria en Escocia, que proporcione un transporte sostenible para las personas y las mercancías, además de apoyar puestos de trabajo altamente cualificados. Gilruth prevé que el ferrocarril desempeñe un papel de primer orden en la consecución del objetivo del Gobierno escocés de reducir a cero las emisiones de gases de efecto invernadero de aquí a 2045.
En colaboración con los departamentos escoceses, la agencia de infraestructuras para toda Gran Bretaña, Network Rail, ha participado en un programa de mejoras, entre las que destacan las obras en los alrededores de Aberdeen para mejorar la capacidad, y en el cruce fundamental de Carstairs, que contribuirá a dar cabida a una mayor capacidad de transporte de mercancías y a la inauguración de los servicios anglo-escoceses HS2 a Glasgow y Edimburgo. Gilruth también tiene experiencia de primera mano en la mejora de la red escocesa, con el muy publicitado proyecto de Levenmouth, en los límites de su circunscripción de Mid-Fife y Glenrothes.
Desarrollo del transporte privado de mercancías en Escocia
El gobierno escocés está promoviendo una variación del concepto de puerto franco de Westminster, que pretende hacer de la política de sostenibilidad neta cero un elemento clave de cualquier desarrollo. Entre los cinco consorcios licitadores, hay dos patrocinados por intereses en torno a los ríos Clyde y Forth, ambos con transporte ferroviario de mercancías a su disposición. En el oeste de Escocia, un consorcio denominado Clyde Green Freeport cuenta con el mayor desarrollo privado de transporte de mercancías de Escocia: Mossend International Railfreight Park, en una ubicación privilegiada junto a la West Coast Main Line.
En cambio, la candidatura de Forth Green Freeport, liderada por Forth Ports, que ya opera en el puerto franco del Támesis, cerca de Londres, presenta una oferta convincente que abarca instalaciones en ambas orillas del río -incluida Rosyth, en Fife-, donde no ha pasado desapercibido que Gilruth tiene sus raíces. También hay que señalar que el Forth Green Freeport abarcaría los muelles de Leith, en Edimburgo, donde existe una extensa, aunque moribunda, red ferroviaria y donde el ambicioso proyecto residencial, comercial y de venta al por menor Edinburgh Waterfront (también respaldado por Forth Ports) está paralizado por falta de inversiones.
Regeneración políticamente atractiva
Varios grupos de interés querrían también que Gilruth estudiara la posibilidad de ampliar la red ferroviaria escocesa, con la ventaja añadida de aumentar la capacidad de las rutas existentes para el transporte de mercancías y abrir nuevos mercados, con el aliciente político de la regeneración económica. Una de ellas es la mejora de la línea principal de las Highlands entre Perth e Inverness. La línea, en su mayor parte de vía única y de más de 160 km de longitud, se ve gravemente limitada por la falta de capacidad y sufre la ignominia de ver cómo la carretera paralela se acondiciona de forma costosa para convertirla en una «autovía».
A los grupos de campaña también les gustaría que Gilruth estudiara proyectos que empequeñecerían el ramal de Levenmouth, que está a las puertas de la circunscripción de la ministra. Entre ellos, y aprovechando las mejoras en torno a Aberdeen, un grupo pretende que se restablezcan los servicios ferroviarios en los puertos de Peterhead y Fraserburgh, dos ciudades modestas con un patrimonio principalmente pesquero y agrícola. También se ha presentado una oferta de puerto franco ecológico en la zona, respaldada por la Autoridad Portuaria de Aberdeen, donde se pretende ampliar las operaciones y crear nuevas capacidades de manipulación de mercancías por ferrocarril.
Ambiciones de expansión
Más al sur, la Campaña por el Ferrocarril de los Borders pretende restablecer la ruta directa entre Edimburgo, los Borders escoceses y Carlisle. Destacan las grandes explotaciones madereras de la región, a las que se podría prestar servicio por ferrocarril. Señalan el éxito de las pruebas de trenes madereros en el extremo norte de Escocia. También señalan el crecimiento de la logística exprés y afirman que las vías ferroviarias de pasajeros existentes podrían utilizarse para el tráfico mixto (trenes de pasajeros con espacio para la carga de paquetes).
La logística ligera podría ser la solución que Gilruth y sus colegas parlamentarios han estado buscando. La empresa Varamis Rail, de reciente creación, presta servicios en Mossend, con la ambición de ampliarlos al centro de las ciudades, con un servicio de reparto de «última milla» sin emisiones. Network Rail también ha estudiado las posibilidades de utilizar la capacidad fuera de horario de las estaciones de pasajeros de Glasgow Central y Edinburgh Waverley con fines logísticos.
El acto, en el que intervino Gilruth, fue organizado por la Rail Industry Assocaition Scotland y el High Speed Rail Group, que representa a la industria con experiencia en el sector.