Ferrocarriles rusos pide a la UE que levante las sanciones alegando infracciones
Los Ferrocarriles Rusos han procedido a solicitar oficialmente a la Unión Europea el levantamiento de las sanciones que afectan a la empresa. RZD fue una de las primeras entidades jurídicas que entraron en las listas de sanciones de la UE pocos días después de que estallara la guerra en Ucrania. Seis meses después, la empresa solicitó su levantamiento, enfrentándose a un callejón sin salida financiero y operativo supuestamente causado por las infracciones de la UE.
RZD afirmó en su canal de Telegram que la Unión Europea está violando derechos fundamentales y «varias normas del derecho internacional y actos de la propia UE». Para que conste, la compañía ferroviaria estatal entró en las listas de sanciones de la UE el 27 de febrero de 2022.
Las sanciones aplicadas fueron financieras, no sólo referidas a Russian Railways, sino a un grupo de diferentes empresas rusas. El documento oficial de sanciones de la UE decía: «estará prohibido comprar, vender, prestar servicios de inversión o asistencia en la emisión de valores mobiliarios e instrumentos del mercado monetario emitidos después del 12 de abril de 2022, directa o indirectamente, o negociar con ellos de cualquier otro modo», seguido de una descripción detallada de los ámbitos a los que se aplican las restricciones y una lista de empresas -incluida RZD- a las que afectarían.
Sanciones contrarias y contradictorias
Según la empresa, las sanciones de la UE afectan negativamente a los derechos de los pasajeros. «Las sanciones tienen por objeto limitar la capacidad de los Ferrocarriles Rusos para desempeñar funciones humanitarias de importancia social y son discriminatorias en relación con la población de la Federación Rusa. Además, contradicen un número significativo de normas de derecho internacional y actos de la propia UE», alegó RZD.
Además, la empresa subrayó que la UE se contradice al clasificar los trenes como artículos de lujo para los ciudadanos rusos, por un lado, y situar el transporte ferroviario como masivo y neutro en carbono para sí misma, por otro.
En cuanto al carácter financiero de las sanciones, RZD subrayó que no poder recaudar fondos equivale a una violación de los principios legales, lo que básicamente se traduce en una violación de «la libertad de hacer negocios y poseer propiedades postulada en los documentos fundacionales de la UE».
Un recurso sería inútil
Sin embargo, RZD no tiene intención de perseguir las supuestas violaciones ante los tribunales, teniendo en cuenta que la UE está preocupada. La empresa describió que «la apelación judicial de los actos sancionadores es inútil, basándose en los numerosos casos de consideración sesgada por parte del Tribunal de Apelación de la UE de ciudadanos y organizaciones rusas».
No obstante, pidió a la UE que reconsidere cuidadosamente sus decisiones, también en consonancia con sus propios principios jurídicos y humanitarios, y levante las sanciones.
Impacto en el negocio ferroviario ruso
En un extenso análisis del pasado mes de junio, RailFreight.com exploró el impacto y la posible crisis a la que se enfrentaba la industria ferroviaria rusa tras la imposición de las sanciones. El segmento más afectado fue el de las exportaciones ferroviarias, cuyos volúmenes disminuyeron rápidamente. Sin embargo, la construcción de vagones, la compra de equipos y el tráfico de pasajeros mostraron resistencia y se recuperaron rápidamente tras la conmoción inicial. Éstos siguen siendo los principales motores de la recuperación del mercado.
Sin embargo, el golpe más duro vino del éxodo de los grandes actores occidentales del mercado ferroviario ruso. Uno de ellos fue Siemens. RZD mencionó que «los embargos a la exportación de material ferroviario se convirtieron en la razón directa y única de la rescisión por parte de Siemens de sus obligaciones contractuales de suministro y mantenimiento de los trenes Sapsan y Lastochka». Ese podría ser el talón de Aquiles del negocio ferroviario ruso, que crea la mayoría de los nubarrones para el futuro.
Según los expertos, incluso en el caso de garantizar el servicio técnico de estos trenes en Rusia, su abastecimiento con componentes será un grave problema y, lo más probable, es que se resuelva desmontando parte de la flota para obtener piezas de recambio, como ocurrió con los aviones.
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