Lucha contra los daños causados por delincuentes en la red ferroviaria británica
La red ferroviaria británica no es la única expuesta a la actividad delictiva. El robo y el vandalismo interrumpen los servicios en casi todo el país. Los operadores son muy conscientes de los daños causados al material rodante, y la infraestructura también es objeto de ataques. Sin embargo, Network Rail y los operadores cooperan con las fuerzas del orden y de seguridad para hacer frente al problema. Últimamente, Network Rail se ha enfrentado a un problema muy visible para todos los usuarios del ferrocarril.
Para algunos, el graffiti es una forma de arte, pero para la gran mayoría se considera un daño criminal antiestético. Y lo que es más importante, la propiedad ferroviaria expoliada atrae nuevos actos delictivos. Esto puede suponer interrupciones del servicio por motivos de seguridad y a menudo es extremadamente peligroso para los autores. Un problema adicional suele ser la peligrosa práctica del vertido ilegal, también conocido como «fly-tipping».
Grafitis desfigurantes
Network Rail trabajó durante las vacaciones de Navidad y Año Nuevo en la limpieza de la red ferroviaria. En particular, el centro de Birmingham ha centrado sus esfuerzos en eliminar los grafitis ilegales y antiestéticos. Un equipo trabajó durante las vacaciones para limpiar lugares conocidos. Esto forma parte de un esfuerzo de 700.000 libras (775.000 euros) de Network Rail y West Midlands Rail Executive, que lleva un año en marcha. Entre las zonas afectadas se encontraba Curzon Street, cerca de las obras de HS2, la nueva terminal ferroviaria de alta velocidad para la ciudad.
«Los grafitis pueden dar la impresión de un entorno descuidado y hacer que la gente se sienta insegura», afirma Network Rail en un comunicado. «El objetivo de esta limpieza vital es hacer que la vía férrea y las zonas circundantes sean más atractivas y acogedoras. También pretende que la red ferroviaria luzca su mejor aspecto de cara a los Juegos de la Commonwealth de 2022 [que se celebrarán en la ciudad este verano]».
Vertidos ilegales
Los operadores de transporte de mercancías son muy conscientes de la orientación habitual de su material rodante. Las instalaciones de carga, comparativamente aisladas, las hacen más propensas que las concurridas terminales de pasajeros. «El ferrocarril es un objetivo habitual de los grafiteros, pero estamos decididos a atajarlo», afirma Allun Edge, coordinador de protección del mantenimiento de Network Rail, que añade: «Eliminar los grafitis es una batalla constante. La gente lo odia tanto como nosotros». La intrusión en la vía férrea puede tener consecuencias fatales. No merece la pena arriesgar la vida por pintar una etiqueta».
Los graffitis no sólo son una molestia para la vista, sino que constituyen un delito, mientras que la intrusión en la vía férrea se castiga con una multa de hasta 1.000 libras (1.100 euros).
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Sin embargo, la práctica del vertido ilegal, conocida como «fly tipping», conlleva un riesgo aún mayor de sanción penal, incluida la cárcel. En Liverpool fue necesaria una operación de limpieza a gran escala después de que unos delincuentes arrojaran 380 toneladas de residuos, poniendo en peligro las vías férreas. Network Rail gastó 76.000 libras (84.000 euros) en retirar los residuos vertidos, entre los que había materiales de construcción, electrodomésticos y enseres domésticos.