Preocupación en el sur de los Países Bajos por el creciente número de trenes de mercancías peligrosas

El año pasado, la línea ferroviaria que atraviesa la provincia neerlandesa de Brabante Occidental fue testigo del transporte de 8.000 vagones cisterna de mercancías peligrosas. Esta cifra anual puede quintuplicarse en los próximos años, alcanzando los 40.000. Los municipios de la región quieren que se aclare cuanto antes el aumento previsto. El alcalde de Halderberge, Bernd Roks, pidió que este asunto se incluyera en el orden del día de la formación del gabinete.

El Gobierno había anunciado que el transporte de sustancias peligrosas por la línea ferroviaria Moerdijk-Halderberge-Roosendaal aumentaría considerablemente desde 2013. «Esto me preocupa mucho. Nosotros somos los perjudicados porque esta es la ruta más corta y barata para los trenes entre Amberes y la línea de Betuwe», dijo el alcalde Roks en una conversación con Omroep Brabant.

Según ProRail, esto no será un problema tan grave, ya que el número de aproximadamente 8.000 vagones cisterna se ha mantenido estable durante algunos años. El posible número de 40.000 vagones es una estimación que pretende orientar a los municipios en sus nuevos planes de construcción. Ahí es donde Roks ve un cuello de botella importante. «Brabante Occidental está bloqueado. El Gobierno quiere que construyamos casas, pero nos pone trabas. Dar prioridad al ferrocarril de mercancías nos quita posibilidades de expansión».

El ferrocarril de mercancías subterráneo puede ser una alternativa

Al alcalde también le preocupa el contenido de los vagones. Por Zevenbergen, Oudenbosch y Roosendaal pasan sustancias altamente inflamables, como GLP y propano, junto con amoniaco y el altamente tóxico acrilonitrilo. «Cuando ves todo lo que pasa por aquí, da miedo», dice Roks. En enero, el contratista BAM empezó a trabajar en los lugares mencionados para asegurarse de que, en caso de accidente, ningún líquido o agua contaminada de extinción de incendios pueda acabar en aguas abiertas o casas cercanas a las vías. El alcalde califica las medidas de «soluciones a corto plazo… para el espectáculo».

Roks, por tanto, quiere hablar con la región de Drechtsteden, en Holanda Meridional. De este modo, espera que su lucha por llamar la atención sobre el tema tenga resultados. Lo que defiende es un ferrocarril de mercancías subterráneo entre el municipio de Woensdrecht y la ciudad de Steenbergen. Los costes estimados ascienden a casi cuatro mil millones de euros, pero el alcalde considera que son justificables. «Compara esos costes con el valor añadido de las viviendas que no podemos construir en Roosendaal, Halderberge y Moerdijk».

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Este artículo ha sido traducido automáticamente del original en inglés al español.

Autor/a Nick Augusteijn

Fuente: RailFreight.com