Un corrimiento de tierras bloquea el valle medio del Rin: ¿son los trenes de mercancías los culpables?
Un corrimiento de tierras en el valle del Rin Medio, cerca de Kestert, ha bloqueado la vía férrea subyacente, sin que sea posible el tráfico durante toda la semana. El lunes 15 de marzo se desprendieron 5.000 metros cúbicos de piedras y escombros, que no sólo afectaron a las vías, sino que también bloquearon parte de la carretera federal B42 entre Kamp-Bornhofen y Kaub. Actualmente, geólogos y fuerzas especiales están asegurando la zona y desbloqueando el camino para el transporte.
El desprendimiento afecta gravemente al transporte ferroviario europeo de mercancías, ya que interrumpe el tráfico a través de la línea de mercancías más utilizada de Europa: el corredor Rin-Alpes. Según informan desde el lugar, el tráfico de mercancías se desvía por la orilla izquierda del Rin utilizando la ruta de Bingen. Sin embargo, esto no es suficiente, ya que los trenes de larga distancia quedan excluidos de este desvío, situación que también afecta a la bulliciosa ruta Génova-Rotterdam.
Vibraciones en los trenes
El importante desprendimiento parece ser producto de las fuertes lluvias y de las malas condiciones meteorológicas en general. Sin embargo, ésta es sólo la causa del suceso, que parece derivarse principalmente de las distorsiones del paisaje provocadas por las vibraciones de los vehículos pesados de transporte de mercancías.
Concretamente, las vibraciones causadas por los trenes de mercancías parecen ser la principal razón del fenómeno. Según Willi Pusch, presidente de la iniciativa contra el ruido ferroviario en el Valle Medio del Rin, se trata del séptimo desprendimiento de rocas en la región. Su iniciativa ciudadana ha advertido en múltiples ocasiones de las consecuencias de esquivar los trenes de mercancías que provocan temblores en las laderas de las montañas.
Con la misma perspectiva, la red ciudadana Pro Rheintal de la región afirmó que la meteorología no es la única causa del desprendimiento. Por el contrario, creen que las rocas pueden resquebrajarse debido al viento y la lluvia, pero que se derrumban a causa de los trenes pesados y las vibraciones que provocan. Por ello, han hecho un llamamiento abierto al Estado alemán para que imponga un límite de velocidad y prohibiciones de circulación nocturna a los trenes de mercancías que circulen por la zona.
Vuelta a la normalidad
Los expertos que trabajan en el lugar mencionaron que los procesos de despeje concluirán a finales de semana. Para entonces, el tráfico podría volver a la normalidad. DB Cargo también confirmó que hay un pronóstico fiable en camino sobre la navegabilidad de la ruta.
Sin embargo, la preocupación sobre si la ruta será adecuada para los trenes de mercancías es más acuciante que nunca. Dado que los habitantes de la región culpan en parte al transporte de mercancías por ferrocarril del suceso y piden que se amplíen las medidas, es bastante dudoso que el tráfico de mercancías pueda reanudarse sin problemas en esta ruta. Incluso si lo hace con una normativa diferente, la situación será totalmente distinta para la ruta ferroviaria más transitada de Europa y los operadores que la utilizan. Buscar alternativas podría ser una solución, pero todas las acciones se coordinarán tras la finalización de las obras y el informe oficial de las autoridades para el futuro uso de la ruta.