Uzbekistán-Afganistán-Pakistán se conectarán mediante un proyecto ferroviario conjunto

Los avances ferroviarios en Asia Central han sido noticia en varias ocasiones recientemente, con Pakistán y Uzbekistán como protagonistas. Una vez más, son los protagonistas de una posible conexión ferroviaria, esta vez entre Uzbekistán-Afganistán-Pakistán. Esta línea debería proporcionar acceso marítimo a los países sin litoral a través de los puertos pakistaníes del Golfo Arábigo. Los tres países presentaron una propuesta conjunta de inversión de 5.000 millones de dólares para construir 537 kilómetros de ferrocarril entre Mazar-e-Sharif, en Afganistán, y Peshawar, en Pakistán. La línea ferroviaria atravesará también la capital afgana, Kabul.

Tras algunas mejoras infraestructurales, Uzbekistán ya había construido un enlace ferroviario hacia la ciudad afgana de Mazar-e-Sharif. El objetivo principal de esta medida era buscar corredores que condujeran a puertos marítimos. Simultáneamente, Afganistán también sigue una trayectoria de mejora de infraestructuras, en coordinación con Turquía, al tiempo que ha puesto en marcha algunos enlaces ferroviarios interesantes durante 2020,como el que tiene con Irán. Sus planes conjuntos con Pakistán parecen ambiciosos, prometedores, pero al mismo tiempo presentan algunas dificultades importantes.

Nuevo capítulo para el desarrollo regional

Los tres países se reunieron a través de sus representantes en Tashkent, donde discutieron con representantes de organizaciones financieras la posibilidad de un préstamo para hacer viable la inversión. Como ya se ha dicho, la propuesta trilateral afectaba a casi 5.000 millones de dólares y fue aceptada con entusiasmo por las instituciones financieras.

Mazar-e-Sharif en la frontera uzbeko-afgana

En concreto, el proyecto se referirá principalmente a la construcción de vías férreas entre Mazar-e-Sharif y Peshawar, lo que significa que la mayor parte de las obras incluirán infraestructuras afganas. La nueva línea incluirá trenes de alta velocidad tanto de pasajeros como de mercancías, según el ministro paquistaní de Ferrocarriles, Azam Kwan Swati.

«La iniciativa conectará Asia Central y Meridional por la ruta más corta y abrirá los puertos marítimos de Pakistán a los sistemas ferroviarios de Asia Central y Eurasia para impulsar los flujos comerciales y fortalecer la economía regional», mencionó en Gulf News Razak Dawood, asesor de comercio e inversiones de Pakistán. Todas las partes implicadas se beneficiarán de la nueva ruta, ya que facilitará el comercio bilateral de importación y exportación.

La posición de Peshawar en Pakistán

Además, está por ver si el nuevo proyecto formará parte de la iniciativa china «Belt and Road» o si se beneficiará más de una conexión con Rusia. En cualquier caso, ambas opciones podrían suponer una solución de transporte adicional cuando se trate de la Nueva Ruta de la Seda y Europa.

Posibles obstáculos

Siempre es muy positivo ver iniciativas sobre rutas alternativas o la ampliación de las existentes. Sin embargo, tras el entusiasmo llega el pragmatismo, y lo cierto es que el proyecto del corredor Uzbekistán-Afganistán-Pakistán podría enfrentarse a algunos problemas hasta hacerse realidad.

En primer lugar, la línea ferroviaria, tal y como está planeada, atravesará probablemente Afganistán por la región montañosa del Hindu-Kush, a 3.500 metros de altitud. Esto la convertirá automáticamente en una de las líneas ferroviarias más altas del mundo. Comprensiblemente, para hacer posible el trazado, los tres países necesitarán un planteamiento muy atractivo para convencer a empresas y mano de obra de que trabajen allí. Además, los fabricantes tendrán que lidiar con las condiciones particulares de la región en cuanto a adaptación a las condiciones meteorológicas durante la construcción, adaptación de la cadena de suministro de materiales y pruebas de durabilidad de los mismos en el duro entorno.

Además, los continuos problemas de seguridad en Afganistán relacionados con los disturbios civiles también podrían suponer una amenaza real para la finalización del proyecto. Por último, la diferencia de calibres que utilizan los tres países (Uzbekistán, 1520 mm, Pakistán 1676 mm, Afganistán 1435 mm) no es algo que deba pasarse por alto, ya que puede repercutir en la eficacia de los tiempos de tránsito. Esperemos que los países encargados de la propuesta hagan una evaluación justa de todos los factores que pueden afectar a su proyecto. Los desarrollos ferroviarios en Asia Central son esenciales para el crecimiento del transporte euroasiático, y tienen que ser concretos. En consecuencia, la viabilidad es el requisito previo número uno para evitar planes a largo plazo que nunca pasen de la teoría a la práctica.

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Este artículo ha sido traducido automáticamente del original en inglés al español.

Autor/a Nikos Papatolios

Fuente: RailFreight.com