La Asamblea Nacional francesa insta a los Estados miembros de la UE a boicotear el DMD
La Asamblea Nacional francesa pide al Gobierno que se oponga a la Directiva de Pesos y Dimensiones (DPM) del Paquete de Medidas Ecológicas para el Transporte de Mercancías (GFP). También piden que «los Estados miembros mantengan el pleno control de los parámetros para autorizar las condiciones de conducción transfronteriza de camiones de más de 40 toneladas».
El Parlamento Europeo aprobó la Directiva en marzo. La Directiva se está debatiendo ahora en el Consejo de la UE, pero no cabe esperar una decisión antes de las elecciones al Parlamento Europeo de esta semana. De aprobarse, la DMA permitiría la circulación de megatrucks, vehículos de carretera que pueden pesar hasta 44 toneladas en lugar de las 40 actuales.
La resolución de la Asamblea francesa fue propuesta por varios diputados franceses encabezados por Jean-Marc Zulesi. La principal razón que la sustenta, como ya destacaron muchos opositores a la DMA, es que unos camiones más grandes en las carreteras europeas penalizarían a otros sectores, en concreto el transporte ferroviario y fluvial, haciéndolos menos competitivos y obstaculizando los objetivos de la UE fijados por el Pacto Verde.
El pueblo dice no, las instituciones dicen sí
Sin embargo, la alternativa propuesta por la Asamblea Nacional francesa no consiste en limitar los camiones a 40 toneladas en toda la Unión, sino en que cada Estado miembro aplique sus propias decisiones. Esta iniciativa llega después de que una encuesta nacional sobre megatrucks dirigida por la Alianza 4F arrojara los mismos resultados que su homóloga europea: Los ciudadanos de la UE no quieren megatrucks en sus carreteras.
Las encuestas revelaron que la gente piensa que camiones más grandes acarrearían mayores costes de desgaste y más peligros. Por otra parte, muchos representantes de las instituciones europeas no parecen compartir las opiniones que se desprenden de estas encuestas. Según Maria Koidu, responsable de transporte intermodal en la Comisión Europea, por ejemplo, las buenas prácticas agrarias no deben ser una herramienta para favorecer un modo sobre otro. Sin embargo, si es necesario aumentar la cuota del transporte de mercancías por ferrocarril en todo el Viejo Continente para descongestionar las carreteras, medidas como la DPM podrían no ser beneficiosas para la causa.
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