Fit for 55: el Parlamento Europeo propone una revisión del RCCDE que beneficie también al ferrocarril
El Parlamento Europeo votó a favor de un informe para reformar el Régimen Comunitario de Comercio de Derechos de Emisión (RCCDE) con el fin de incentivar a las industrias, incluido el transporte por carretera, para que reduzcan sus emisiones. El informe propone reducir los límites de emisiones del transporte por carretera para garantizar que el sector reembolse suficientemente el CO2 emitido. El factor clave, en este caso, es que las devoluciones de emisiones puedan utilizarse para financiar inversiones sostenibles que beneficien también al ferrocarril.
El régimen de comercio de derechos de emisión data de 2005, pero actualmente se está revisando como parte del paquete «Fit for 55». Funciona según el principio de «cap and trade», lo que significa que se fija un tope a la cantidad total de determinados gases de efecto invernadero que pueden emitir las instalaciones cubiertas por el sistema. El límite se va reduciendo con el tiempo para que disminuyan las emisiones totales.
Dentro del límite, las instalaciones compran o reciben derechos de emisión, que pueden intercambiar entre sí según sus necesidades. Después de cada año, una instalación debe entregar suficientes derechos para cubrir totalmente sus emisiones; de lo contrario, se le imponen fuertes multas. Si una instalación reduce sus emisiones, puede conservar los derechos sobrantes para cubrir sus necesidades futuras o venderlos a otra instalación que carezca de derechos.
RCCDE revisado
«El 1 de enero de 2025 se establecerá un nuevo régimen de comercio de derechos de emisión independiente para la distribución de combustible destinado al transporte comercial por carretera», propuso el Parlamento Europeo. Los eurodiputados también consideraron «insertar un tope de precios de 50 euros, de forma que si el precio medio de los derechos de emisión en el RCDE II supera este tope antes del 1 de enero de 2030, se liberen 10 millones de derechos de la Reserva de Estabilidad del Mercado».
En la práctica, esto significa que el ferrocarril podría beneficiarse de dos maneras. En primer lugar, gracias al RCCDE II, las empresas ferroviarias estarán en igualdad de condiciones con el transporte por carretera, ya que se equilibrarán los costes externos de las emisiones de CO2. En segundo lugar, los eurodiputados proponen que «se liberen 10 millones de derechos de la Reserva de Estabilidad del Mercado para 2030», lo que significa que las empresas ferroviarias podrían beneficiarse de la adquisición de más derechos para ellas.
«Las empresas que apuesten por la neutralidad climática saldrán ganando, mientras que las que sigan contaminando sin invertir lo pasarán mal. Estoy especialmente contento de que el importante ETS II siga vivo y coleando», dijo el ponente del Parlamento Europeo Peter Liese.
Uso de los ingresos del RCCDE
Hace unos meses, la UIC exigió que, a la hora de gravar las emisiones de carbono en el marco del RCCDE (Sistema de Comercio de Emisiones), los costes externos para el planeta pesasen más en todos los modos de transporte. Los clientes del transporte por carretera y de la aviación no pagaban la totalidad del carbono emitido cuando la asociación planteó la cuestión. Sin embargo, la situación parece estar cambiando ahora.
«Es crucial invertir en el ferrocarril, construir y mejorar infraestructuras resistentes que cumplan los requisitos técnicos y apoyar al ferrocarril para que se convierta en la espina dorsal de la movilidad sostenible. Es importante aprovechar al máximo los ingresos del Régimen Comunitario de Comercio de Derechos de Emisión (RCCDE) para financiar las inversiones en la RTE-T ferroviaria», declaró Alberto Mazzola, director ejecutivo del CER.
También celebró la decisión del Parlamento Europeo de avanzar en esta dirección. «La votación de hoy ha sido un paso importante en el proceso de negociación, y esperamos recibir más apoyo de los Estados miembros y la Comisión Europea para invertir más en modos de transporte más ecológicos como el ferrocarril», dijo, refiriéndose a la propuesta del Parlamento de utilizar los ingresos del ETS para apoyar otros modos de transporte.
El pleno de la Eurocámara, que se celebrará del 6 al 9 de junio, decidirá si la propuesta se aplica o no. Si la propuesta obtiene los votos suficientes, el sector del transporte debatirá la transición ecológica desde una perspectiva totalmente nueva, y el futuro del ferrocarril parecerá más prometedor con el claro apoyo de la UE.
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