China firma el arrendamiento del puerto Hambantota de la «Ruta de la Seda

China y Sri Lanka han llegado a un acuerdo sobre el nivel de control chino sobre el puerto de Hambantota, que va a desempeñar un papel importante en el corredor de la Ruta de la Seda. Las operaciones comerciales estarán en manos chinas, mientras que las cuestiones de seguridad seguirán bajo control ceilandés.

Por su situación estratégica en el océano Índico, cerca de la principal ruta marítima de Asia a Europa, el puerto de Hambantota es crucial para la iniciativa china «Cinturón y Ruta», que conecta los países euroasiáticos por tierra y mar.

Sin embargo, el control por parte de China de las instalaciones de aguas profundas y de un complejo industrial adyacente previsto se ha retrasado debido a las críticas generalizadas, centradas en el temor de que el puerto pudiera utilizarse con fines militares.

El acuerdo

Según Reuters, el Gobierno de Sri Lanka firmó el sábado un acuerdo por el que se aprueba el arrendamiento del puerto a China por valor de 1.100 millones de dólares (900 millones de euros). El arrendamiento fue posible después de que los dos gobiernos acordaran las condiciones revisadas del mismo. China Merchants Port Holdings tendrá el 70% de las participaciones, en lugar del 80% acordado inicialmente.

Además, las operaciones del puerto se dividirán entre dos empresas: Sri Lanka tendrá una participación mayoritaria en la empresa que se ocupe de la seguridad, mientras que China dirigirá la empresa encargada de las operaciones comerciales.

Antecedentes

El puerto de Hambantota ha sido construido por China Merchants Port Holdings por 1.500 millones de dólares (1.300 millones de euros). El año pasado, la empresa estatal firmó un acuerdo por el que tomaba una participación del 80% en el negocio. También anunció sus planes para el desarrollo de los 15.000 acres (23 millas cuadradas) colindantes en una zona industrial próxima.

Desde que se firmó este primer acuerdo, ciudadanos ceilandeses preocupados han salido a la calle, calificando el acuerdo de pérdida de tierras en favor de los chinos. Los partidos de la oposición de Sri Lanka subrayaron que se ponía en peligro la soberanía nacional. Estados Unidos, Japón e India también han expresado su preocupación por las ambiciones de China en el océano Índico.