FESCO y los Ferrocarriles Rusos desarrollan un servicio multimodal Japón-Europa

Se vislumbra un nuevo servicio ferroviario de cadena de frío que unirá Japón con Europa a lo largo de la ruta transiberiana. Es el producto de un esfuerzo conjunto entre Ferrocarriles Rusos, FESCO y el Ministerio de Transportes japonés para desarrollar un enlace marítimo-ferroviario de cadena de frío, que actualmente se encuentra en fase de pruebas.

Los envíos piloto de productos sensibles a la temperatura, como alimentos, bebidas y productos farmacéuticos, se transportaron en contenedores refrigerados desde Fuji y Kobe (Japón) hasta el puerto de Vladivostok, en el Lejano Oriente ruso, utilizando el servicio de transporte marítimo de corta distancia de FESCO.

Allí, se transbordaban en trenes que recorrían el ferrocarril transiberiano hasta San Petersburgo y, de nuevo, en buques que se dirigían a puertos alemanes, holandeses y belgas.

En enero, FESCO puso en marcha servicios de transporte marítimo de corta distancia que enlazan Japón con el Lejano Oriente ruso, creando una red que toca puertos japoneses clave como Toyama, Hakata, Kobe y Yokohama, y facilitando el tránsito de mercancías japonesas destinadas a Europa con destino a Rusia.

San Petersburgo y los puertos del Lejano Oriente

Los puertos rusos del Lejano Oriente, especialmente Vladivostok, están recibiendo últimamente una creciente atención del mercado, con muchas inversiones dirigidas a ellos. Por otro lado, San Petersburgo se ha presentado como una gran puerta alternativa a Europa, mientras que muchos lo llaman el «Kaliningrado del futuro».

En el caso de Vladivostok, el potencial de desarrollo reside en la posibilidad de ampliar las conexiones euroasiáticas con Japón y Corea del Sur mediante el transporte marítimo de corta distancia. Al mismo tiempo, la carga del puerto puede entrar en China directamente desde la costa oriental, ofreciendo una alternativa a mercancías peligrosas como las baterías de litio, prohibidas por los ferrocarriles chinos. En 2020, los puertos rusos del Lejano Oriente manipularon el 0,6% de la carga de Europa Central, mientras que en los primeros nueve meses de 2021, esta cuota aumentó al 1,7%. Se espera que esta cifra siga creciendo en el futuro, ya que cada vez más personas buscan evitar los congestionados cruces fronterizos de la Nueva Ruta de la Seda.

La conexión con Europa desde San Petersburgo, por un lado, evita la frontera entre Polonia y Bielorrusia, sobrecargada y amenazada por conflictos políticos, y elimina la molestia de cambiar de ancho de vía. Por ello, se considera una ruta alternativa más eficiente. Sin embargo, la elevada latitud de San Petersburgo y las dificultades que plantea el frío invierno han limitado en cierta medida su desarrollo.

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Este artículo ha sido traducido automáticamente del original en inglés al español.

Autor/a Nikos Papatolios

Fuente: RailFreight.com