Se reabre la línea ferroviaria inglesa tras el descarrilamiento del tren de mercancías de Carlisle
A finales de esta semana se reabrirán las líneas directas entre Carlisle y Newcastle y entre Carlisle y Skipton. Las rutas quedaron cerradas por un importante descarrilamiento de mercancías a mediados de octubre. Ingenieros de la agencia británica de infraestructuras Network Rail trabajan sin descanso para completar las complejas reparaciones del nudo de Petteril Bridge, a las afueras de Carlisle. El nudo da acceso a las líneas situadas al este y al sur de Carlisle, lo que permite al tráfico de mercancías evitar la concurrida West Coast Main Line. Las vías quedaron bloqueadas después de que varios vagones de un tren que transportaba cemento en polvo se salieran de la vía hace siete semanas.
Estaba previsto restablecer las vías durante el fin de semana en el cruce de Petteril Bridge. Durante el incidente del miércoles 19 de octubre se produjeron enormes daños en un puente ferroviario de construcción victoriana, en las vías y en los equipos de señalización. Las fechas iniciales de restablecimiento resultaron optimistas, una vez que se tuvo plena conciencia de la magnitud de los daños sufridos por la infraestructura. Ha sido necesario construir un nuevo tablero de hormigón armado en el puente para poder restablecer las vías y que los trenes puedan circular de nuevo a partir de este miércoles (7 de diciembre).
Un trabajo de recuperación y reparación muy complejo
Desde el descarrilamiento en el cruce de Petteril Bridge, la vía férrea ha permanecido cerrada en ambas direcciones, lo que ha afectado a todos los servicios de la línea Tyne Valley entre Carlisle y Newcastle y de la línea Settle to Carlisle entre Carlisle, Appleby y Skipton. Esta última ruta ha sido especialmente vital para el tráfico pesado de mercancías, que la utiliza para evitar la West Coast Main Line. Se han realizado más de 25.000 horas de trabajo para restaurar la vía férrea.
«Sé lo frustrantes que pueden ser los retrasos ferroviarios y hemos trabajado sin descanso para restablecer las rutas lo antes posible», ha declarado Phil James, director de la ruta noroeste de Network Rail. «Ha sido un trabajo de recuperación y reparación muy complejo. Cuando esté terminado, este importante nudo ferroviario estará mejor que nuevo y ofrecerá viajes más fiables para pasajeros y mercancías en los próximos años.»
Sustitución de infraestructuras
Durante las últimas siete semanas, los investigadores de accidentes ferroviarios han evaluado la causa del descarrilamiento. Las primeras conclusiones atribuyen la culpa a un juego de ruedas defectuoso en uno de los vagones descarrilados (de un conjunto de catorce). El pesado tren transportaba cemento en polvo. Once vagones fueron recuperados poco después del incidente, pero tres tuvieron que ser rescatados del río en el que cayeron.
Unos aspiradores gigantes retiraron 80 toneladas de cemento en polvo de los tres vagones, que tuvieron que ser elevados por una grúa de 800 toneladas. Los amplios trabajos de protección del medio ambiente acompañaron a un programa de sustitución de infraestructuras, incluida la sustitución de dos juegos de agujas. El trabajo llevó 25.000 horas, en las que participaron más de 40 personas que trabajaron 12 horas diarias, siete días a la semana, durante siete semanas.