¿Qué opinan los transportistas de las conexiones ferroviarias euroasiáticas?

Los cargadores tienen su propio punto de vista sobre el uso de los enlaces ferroviarios euroasiáticos, y se diferencia del de los proveedores de servicios logísticos. ¿Qué impulsa a los cargadores a utilizar el transporte ferroviario entre Europa y Asia? A esta pregunta responde el estudio de Buck Consultants International. Kees Verweij presentó las conclusiones de este estudio en la Cumbre Europea de la Ruta de la Seda 2020 que se celebró la semana pasada.

En el estudio participaron treinta empresas, transportistas y proveedores logísticos, principalmente de los sectores de la automoción y la maquinaria. Los criterios para la elección de estos dos sectores se redujeron al hecho de que son los que cuentan actualmente con mayores volúmenes de productos transportados por ferrocarril. Dado que cargadores y empresas de logística colaboran estrechamente, lo normal sería prestar atención a las perspectivas de ambos en relación con el uso del ferrocarril, las dificultades a las que se enfrentan y los potenciales de crecimiento. Sin embargo, la mayor parte de la atención se centra actualmente en los proveedores de servicios logísticos. Por ello, desplazar la atención hacia los cargadores podría ser útil para tener una visión a largo plazo del mercado del transporte ferroviario.

Diferentes puntos de vista

Las estimaciones de las empresas de logística son esenciales para comprender las posibilidades que ofrece el transporte ferroviario; sin embargo, no siempre son suficientes. En consecuencia, centrarse en el lado de los cargadores, que parecen lidiar con un abanico diferente de luchas, también podría ser beneficioso para adquirir una visión completa de la situación.

Si tomamos, por ejemplo, el impacto que la pandemia del Covid-19 tuvo en el transporte, vemos cómo se desarrollan dos historias diferentes. Por un lado, las empresas de logística vieron durante la pandemia un aumento de los volúmenes de sus servicios ferroviarios. Además, vieron oportunidades en el desarrollo de más enlaces ferroviarios entre Europa y Asia y en la conexión de más ciudades chinas y europeas mediante la mejora de sus servicios. En general, prevén un futuro positivo porque su objetivo sigue siendo principalmente atraer a una gran variedad de clientes y ampliar sus servicios en ambos continentes.

Por otra parte, los cargadores parecen compartir un entusiasmo moderado. Aunque han visto aumentar sus volúmenes transportados en los primeros meses de 2020, no pueden estar seguros del futuro. Más explícitamente, y debido a los problemas estructurales internos a los que se enfrentan, los cargadores no pueden garantizar el éxito a largo plazo del transporte de sus mercancías por ferrocarril. Además, se muestran escépticos ante la posibilidad de un futuro declive del mercado.

¿Por qué el ferrocarril?

Otro aspecto interesante del estudio está relacionado con las razones por las que los cargadores eligen el ferrocarril para transportar sus mercancías. En primer lugar, el ferrocarril ha demostrado ser un modo muy exitoso junto al transporte marítimo y aéreo. Entre sus principales características, que atraen la atención de los cargadores, están los bajos costes de transporte, los rápidos tiempos de tránsito y la fiabilidad que ofrece. Especialmente en comparación con el transporte marítimo, el ferrocarril es más rápido y, al mismo tiempo, sus precios son aceptables. Por consiguiente, la elección del ferrocarril frente a otros modos de transporte es el resultado de una combinación de factores.

Además, la digitalización también puede ser un factor clave a favor del ferrocarril. Esto se debe a que, a través de la digitalización, los cargadores tienen la oportunidad de controlar el estado de sus envíos. Poder gestionar los envíos es positivo porque proporciona información que permite una mejor gestión de las cadenas de suministro en general. Sin embargo, como dijo Verweij, el transporte marítimo y aéreo ya están digitalizados en gran medida. El sector ferroviario, por tanto, necesita proporcionar herramientas igualmente competitivas que permitan a todos los agentes implicados operar sin esfuerzo.

Tendencias observadas

En relación con 2020 y el transporte ferroviario, el estudio de Verweij distinguió algunas tendencias que podrían ser beneficiosas pero también problemáticas en el futuro. Por ejemplo, algunas empresas están optando por fabricar sus productos en Europa en lugar de China para contener los riesgos asumidos. Esta tendencia podría provocar una disminución del transporte intercontinental, en general, y del ferroviario, en particular.

En el lado positivo, la «producción Go-west» que tiene lugar en China es bastante prometedora. Además, hay una tendencia de las empresas a tener inventarios más bajos y envíos más pequeños con mayor frecuencia en el suministro. El sector ferroviario puede satisfacer fácilmente esta necesidad. Por último, hay múltiples mercados emergentes en Asia en este momento, y el ferrocarril podría atraer su interés mejorando aún más sus servicios. Verweij mencionó que si estas tendencias se gestionan correctamente, existe un inmenso potencial para impulsar el transporte ferroviario euroasiático.

Conclusiones

En conjunto, las principales conclusiones del estudio de Verweij auguran un futuro bastante positivo para el transporte ferroviario. Según él, se cree que los volúmenes transportados aumentarán del uno por ciento actual al tres-cinco por ciento en los próximos años. Asimismo, la cuota que los cargadores tienen en el transporte ferroviario también se verá alterada, ya que hay múltiples sectores emergentes deseosos de utilizar el ferrocarril. Además, Covid-19 demostró el valor del ferrocarril, y puesto que muchas empresas empezaron a utilizarlo, probablemente seguirán confiando en él.

Al final, sin embargo, serán los proveedores de servicios logísticos los que determinen el posible crecimiento. Esto se debe a que son ellos los que controlan las necesidades de los clientes que proceden de diferentes sectores y ajustan sus servicios en consecuencia. No obstante, tener en cuenta las perspectivas de todas las partes implicadas no es perjudicial. Al contrario, puede resultar muy beneficioso, ya que la utilización de los comentarios puede dar lugar la mayoría de las veces a mejoras y a una mejor cooperación.