¿Va EVG camino de un conflicto interno y una huelga indefinida?

La asociación alemana de transporte ferroviario EVG está llevando a cabo una votación para determinar si sus miembros irán a la huelga en otoño. La votación es consecuencia de un acuerdo de arbitraje entre EVG y DB sobre negociación salarial colectiva y decidirá si los miembros de la asociación aceptan su resultado. A pesar de que, según las primeras estimaciones, era poco probable que se produjera una huelga, sobre EVG se ciernen negros nubarrones que podrían indicar un conflicto interno entre los miembros y la junta directiva de la asociación y, posiblemente, una inminente huelga.

El proceso de votación durará todo el mes de agosto y, según el presidente de EVG, Martin Burkert, «si al menos el 75% de los miembros con derecho a voto están a favor de una huelga indefinida, EVG la llevará a cabo de forma consecuente». Sin embargo, también mencionó que en caso de huelga, «todas las mejoras logradas hasta ahora, que se reflejan en el resultado del arbitraje y van mucho más allá de un puro aumento salarial, desaparecerían por el momento», una declaración que presiona a los miembros de la asociación para que voten en contra de la acción industrial.

Esta declaración, combinada con un sentimiento general de descontento de los miembros de EVG en relación con los resultados del arbitraje, como afirman algunos informes, podría crear las condiciones de un conflicto interno en la asociación y hacer impredecibles los resultados de la votación.

El acuerdo de arbitraje

Para que quede constancia, el acuerdo de arbitraje entre EVG y DB incluye un aumento salarial de 410 euros para todos los trabajadores que se producirá en dos etapas: una en diciembre de 2023 y otra en agosto de 2024, una compensación única por inflación de 2.850 euros que se cobrará en octubre de 2023, un aumento salarial estructural para todos que se traducirá en una media de 100 euros más al mes y un salario mínimo colectivo para todos los trabajadores.
EVG no consiguió los 450 euros de incremento salarial que pedía; sin embargo, la solución de 410 euros se acerca a la petición inicial. Además, la bonificación por inflación se consideró muy positiva junto con el salario mínimo universal para todos los trabajadores; ese era uno de los puntos candentes de las negociaciones. El periodo de aplicación de 25 meses es más largo de lo que EVG desearía, pero sigue siendo ligeramente inferior al propuesto por DB (27 meses).

Los trabajadores contra el consejo de EVG

Parece que, a pesar de que EVG y DB celebran el acuerdo alcanzado tras varios meses de negociaciones con concesiones mutuas, los trabajadores ferroviarios y los miembros de EVG no están nada contentos con él. Según WSWS.org, una publicación que representa al movimiento socialista mundial con alcance a los trabajadores alemanes, muchos grupos locales de EVG han expresado su oposición abierta al acuerdo de arbitraje entre las dos partes. Afirman que el acuerdo, de hecho, implica recortes masivos en los salarios reales de los trabajadores y llaman a una huelga total, a la que la administración de EVG se opone ferozmente.

En opinión de la asociación, las negociaciones con DB han sido, son y serán siempre compromisos, y el acuerdo al que han llegado las dos partes es bastante razonable. As a result, going on strike means that everything achieved over these past eight months will go to waste. Lo que antes era un intenso enfrentamiento entre EVG y DB se convierte ahora en un conflicto interno entre EVG y sus afiliados. Con las votaciones abiertas hasta finales de agosto y con las protestas ya a todo vapor en las plataformas de las redes sociales, parece que una huelga ferroviaria masiva en Alemania está lejos de evitarse todavía.

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