¿Es «sencillamente irrealista» duplicar la cuota del transporte ferroviario de mercancías de aquí a 2050?

El último informe sobre transporte del Tribunal de Cuentas Europeo es un «puñetazo en las tripas» para el ferrocarril. «Duplicar la cuota de mercado del transporte de mercancías por ferrocarril de aquí a 2050 no es realista, y la red de transporte de mercancías de la UE aún no está preparada para la intermodalidad», señala el informe. La UIRR subraya que el objetivo sigue siendo factible en determinadas condiciones.

El informe del Tribunal de Cuentas de la UE subraya que el transporte de mercancías por carretera sigue dominando el sector europeo del transporte con una cuota de mercado del 77% que, de forma impresionante y a pesar de las promesas ecológicas, sigue creciendo. Según los auditores, la política de la UE en materia de intermodalidad es vaga, obsoleta y no vinculante para los Estados miembros, lo que da lugar a continuas discrepancias y a una competencia desleal entre la carretera, el ferrocarril y la gabarra.

La UIRR, especializada en transporte intermodal y combinado, está parcialmente de acuerdo con el informe; sin embargo, subraya que las preocupantes conclusiones no deben obstaculizar los intentos de aumentar la cuota de mercado del ferrocarril, ya que aún hay tiempo para cumplir los objetivos de 2050 si se ponen en marcha inversiones específicas.

Políticas problemáticas

Los auditores de la UE destacaron tres pilares políticos que socavan el crecimiento intermodal en Europa. La falta de una estrategia específica para el transporte intermodal es uno de ellos. «La intermodalidad forma parte más bien de estrategias más amplias sobre ecologización del transporte de mercancías […]. Pero como estos objetivos no son vinculantes, los distintos países de la UE fijan los suyos propios. Estos objetivos nacionales no son necesariamente comparables ni están alineados con los objetivos de la UE, y no son fáciles de evaluar», afirma el informe.

Por otra parte, algunas normas de la UE, como la Directiva sobre transporte combinado, están desfasadas y, de hecho, obstaculizan el crecimiento del transporte intermodal en lugar de fomentarlo. Por ejemplo, según los auditores, la Directiva de TC, que data de 1992, «exige un documento en papel sellado por las autoridades ferroviarias o portuarias durante todo el trayecto, en lugar de un flujo de trabajo digitalizado». Varios intentos de la Comisión Europea de revisar la Directiva no encontraron el acuerdo de los Estados miembros».

Por último, el aumento del tráfico por carretera también se ve favorecido porque los Estados miembros no cumplen los requisitos técnicos de infraestructura establecidos por la legislación de la UE. Un buen ejemplo es la falta de armonización en cuanto al uso de trenes de 740 metros de longitud. Estos trenes más largos sólo pueden circular en la mitad de la red básica de la RTE-T. La revisión de la RTE-T podría mejorar la situación, pero tal como funcionan las cosas ahora, la red ferroviaria de la UE no está preparada para una transición intermodal.

En conjunto, la auditora Annemie Turtelboom considera que «el transporte de mercancías de la UE no va por buen camino». Parece, sin embargo, que el principal problema, en este caso, es que la UE no apunta directamente al crecimiento intermodal, no lo incentiva adecuadamente y, además, está atrapada en un círculo vicioso en el que los Estados miembros no aplican sus políticas.

No nos quedemos atrapados

La UIRR está de acuerdo con el informe en lo que respecta a los puntos de «las capacidades técnicas y las limitaciones de capacidad de la infraestructura ferroviaria, así como las deficiencias de la asignación de capacidad ferroviaria». No obstante, afirma que estas conclusiones no deben desanimar a la UE, sino motivarla para que adopte políticas más innovadoras.

«El estancamiento de la cuota de mercado del transporte de mercancías por carretera durante la última década no debe inducir a los responsables políticos a creer que el cambio modal no es posible o viable. Una masa crítica de cambios legislativos decisivos y las medidas de promoción adecuadas permitirán el cambio modal necesario para descarbonizar el transporte de mercancías, al tiempo que se aumenta su eficiencia energética y se reducen todas las demás externalidades», señaló el Presidente de la UIRR, Ralf-Charley Schultze.

Además, un estudio realizado en nombre de la campaña CT4EU de la UIRR concluyó que duplicar la cuota de mercado del transporte de mercancías por ferrocarril para 2050 no está lejos de la realidad dadas algunas condiciones específicas que, según la UIRR, son: una inversión anual de 16.500 millones de euros en infraestructura ferroviaria orientada al transporte de mercancías, una inversión anual de 1.500 millones de euros en activos intermodales y cambios normativos correctivos de la UE en el Reglamento RTE-T, la Directiva sobre fiscalidad de la energía, la Directiva sobre transporte combinado, así como la creación de nuevas normas sobre gestión de la capacidad ferroviaria.

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Este artículo ha sido traducido automáticamente del original en inglés al español.

Autor/a Nikos Papatolios

Fuente: RailFreight.com