¿Ha llegado el momento de tomarse más en serio la seguridad ferroviaria?

Más de la mitad (61%) de las víctimas mortales de accidentes ferroviarios en la UE son personas no autorizadas o intrusos. Dado que los trenes de mercancías están cada vez más implicados en este tipo de incidentes de seguridad, es hora de abordar mejor este problema.

A finales de julio, informes policiales de Alemania describían cómo una niña se subió a un tren de mercancías, viajó en él durante 70 kilómetros y luego saltó mientras el tren seguía en movimiento. Como consecuencia, la niña sufrió graves lesiones. Por otra parte, la empresa italiana FuoriMuro informó de incidentes en los que migrantes subieron a trenes de mercancías para cruzar las fronteras franco-italianas poniendo en peligro su salud y su vida.

¿Qué impulsa a la gente a surfear en los trenes de mercancías? ¿Existen puntos calientes de intrusión? ¿Y qué medios de prevención utilizan las autoridades y organizaciones ferroviarias? Isabelle Fonverne, asesora principal de seguridad e interoperabilidad de la UIC, arroja luz sobre la situación.

Personas implicadas

El «surfing» de trenes es un fenómeno observado en todo el mundo, pero más en algunos países. «Hemos observado casos en la UE, Rusia, India o incluso Sudáfrica, donde la gente arriesgó su vida de diversas maneras». La mayoría de las veces, los que se arriesgan son jóvenes que cruzan el límite en un intento de lucirse o vivir una aventura. Muestran especial interés por subirse a los trenes estacionados en estaciones o cocheras, lo cual está prohibido e indicado por las señales de advertencia colocadas por los ferrocarriles.

Sin embargo, no son los únicos. Como ya se ha mencionado, el caso de los inmigrantes también es bastante frecuente. Los inmigrantes intentan encontrar su camino en países extranjeros caminando por las vías del tren. Además, se esconden en los trenes cuando quieren cruzar fronteras, y ambas tácticas pueden resultar fatales. Por otra parte, las personas sin hogar también pueden intentar encontrar refugio a lo largo de las vías, con resultados a veces desafortunados. Por último, los casos de personas intoxicadas que caminan o caen sobre las vías del tren no son algo inusual.

Motivos de intrusión

«En el caso de los jóvenes, el principal motivo para invadir las vías es presumir ante los amigos y descargar adrenalina», afirma Fonverne. Invaden las vías, entran en las estaciones y se suben a los trenes para hacerse fotos o grabarse en plena acción. El frenesí de las redes sociales les lleva a situaciones de riesgo que no evalúan suficientemente. Como resultado, algunos jóvenes pueden electrocutarse, caerse y ser arrollados por un tren en marcha, o ser arrollados por el tren al que subieron. En la mayoría de los casos, el resultado es la muerte o lesiones graves.

Además, cuando se trata de emigrantes o personas sin hogar, el único factor medible es el ansia de supervivencia que se apodera de ellos. En situaciones difíciles, la gente recurre a soluciones forzadas sin tener realmente en cuenta los peligros que entrañan.

Sin embargo, hay un tercer motivo que no debe pasarse por alto: los intentos de suicidio. En un porcentaje considerable de los accidentes ferroviarios mortales hay personas que intentan suicidarse en las instalaciones ferroviarias. En los tres casos de motivos de intrusión, las empresas ferroviarias han identificado puntos conflictivos en los que los incidentes se producen con mayor frecuencia. Por desgracia, no es fácil comunicar abiertamente y sacar a la luz estos puntos conflictivos «porque podría tener efectos de imitación», explica Fonverne.

¿Cómo pueden mejorar la prevención las empresas ferroviarias?

Cuando se trata de transporte de mercancías por ferrocarril, no hay mucho espacio para un mayor control de las vías. Como subraya Fonverne, «no es factible poner vallas, cámaras o policías por todas partes». Además, los trenes de mercancías no son fáciles de vigilar por completo en general. Son trenes bastante largos en los que sólo está el maquinista. Por consiguiente, si alguien sube al tren justo antes de la salida o durante una parada intermedia, es difícil descubrirlo o impedir que lo haga.

Incluso cuando están estacionados antes de un viaje, los trenes de mercancías cargados suelen estar vigilados por cámaras en las estaciones más grandes. En las estaciones más pequeñas, no siempre es así. Sin embargo, incluso en las estaciones más grandes, los trenes se vigilarán en función del valor de su carga, lo que significa que, aun así, habrá trenes que permanecerán desatendidos. ¿Significa esto que la vigilancia es insuficiente? En realidad no, porque es prácticamente imposible vigilar todos y cada uno de los trenes, vagones y locomotoras todo el tiempo. Aunque fuera posible, seguiría habiendo incidentes, ya que la gente encuentra formas muy creativas de esconderse.

¿Cuál es la solución?

Hasta ahora no existía ninguna organización mundial que se ocupara del problema de la intrusión y la prevención de suicidios. Fonverne explica que hasta ahora la resolución de esos problemas de seguridad dependía de iniciativas nacionales. Precisamente por eso, la UIC (Unión Internacional de Ferrocarriles) ha creado recientemente un nuevo grupo de trabajo, la TreSP-Network.

El objetivo del grupo de trabajo es crear una plataforma internacional y permanente para abordar los problemas de la intrusión ferroviaria y la prevención del suicidio, intercambiar buenas prácticas y publicar directrices, y organizar campañas y conferencias internacionales de concienciación anuales o bianuales. Además, pretenden actualizar la caja de herramientas RESTRAIL (REduction of Suicides and Trespasses on RAILway property), una guía de resolución de problemas para aplicar medidas de prevención de los suicidios y los allanamientos ferroviarios y mitigar las consecuencias posteriores a los incidentes.

Como es lógico, la concienciación es el arma más potente en la carrera contra las intrusiones y los accidentes ferroviarios. La gente debe comprender que poner su vida en peligro, sobre todo por diversión, puede resultar perjudicial. Todos los trenes, y los de mercancías en particular, son vehículos pesados y rápidos que pueden matar o herir gravemente a una persona no autorizada que suba a ellos. Además, su carga (por ejemplo, productos químicos) también puede afectar a la salud de las personas. Por último, está estrictamente prohibido invadir las vías férreas. Dependiendo del país, los infractores pueden ser llevados ante los tribunales y enfrentarse a elevadas multas.

Infórmate

Cada año, la UIC y 45 países participantes organizan el Día Internacional de Concienciación sobre los Pasos a Nivel (ILCAD: www.ilcad.org) para sensibilizar al público sobre cuestiones de seguridad en los pasos a nivel. Los ferrocarriles participantes también organizan periódicamente campañas de seguridad para informar al público, especialmente a los jóvenes, sobre los peligros que pueden encontrar en las vías férreas y sus alrededores, en los andenes, sobre el riesgo de electrocución y sobre los riesgos de la navegación en tren.

En todo el mundo hay museos ferroviarios. Además de la belleza de los trenes y el material ferroviario expuestos, algunos también organizan exposiciones y actividades de sensibilización para niños y adolescentes, como la Fundación de los Ferrocarriles Españoles. Así que, la próxima vez que alguien sienta tantas ganas de ver un tren de cerca, es mejor que se plantee seguir las campañas de concienciación sobre seguridad o visitar un museo en lugar de poner en peligro su propia vida.

Este artículo ha sido traducido automáticamente del original en inglés al español.

Autor/a Nikos Papatolios

Fuente: RailFreight.com