Inversión en la línea polaca E20: ¿mejora o despilfarro?
Casi 500 millones de euros cuesta la modernización del tramo Poznan-Varsovia del corredor TENT-T que une Berlín-Varsovia-Brest. Polonia argumenta que la obra es de gran importancia para el mercado ferroviario de mercancías y pasajeros. Sin embargo, algunos consideran que la inversión es demasiado grande y sólo tiene una importancia relativa.
El gestor de infraestructuras estatal polaco PKP Polskie Linie Kolejowe trabaja desde junio de este año en la modernización de la línea E20 entre Poznan y Varsovia. Se trata de una de las inversiones ferroviarias más costosas de los últimos años en el país: el coste total asciende a 0,49 billones de euros. La modernización se lleva a cabo en un tramo de 300 kilómetros. Aunque se llevan a cabo simultáneamente varias obras en una docena de lugares, los trabajos más intensivos tienen lugar entre Konin y Września, en la parte occidental de la línea.
Importancia del proyecto
«Esta línea es una parte muy importante del corredor RTE-T Mar del Norte-Báltico. Tras la mejora, la capacidad de la vía aumentará y el tráfico de mercancías será más eficiente», dijo Arnold Bresch, miembro del consejo de PKP Polskie Linie Kolejowe. «La vía se adaptará para que puedan circular trenes de mercancías de 750 metros de longitud», añadió Zbigniew Wolny, del equipo de prensa de la empresa.
Un aspecto importante de la modernización es la automatización del control del tráfico basada en nuevos Centros Integrados de Control Electrónico (por ejemplo, en Konin y Kutno). Además, el gestor de infraestructuras tiene previsto reconstruir importantes estaciones ferroviarias de enlace para mejorar su capacidad y eliminar la necesidad de reducir radicalmente la velocidad de los trenes que pasan por la estación sin detenerse.
Perturbaciones del tráfico
Independientemente de los beneficios potenciales de la mejora, la inversión ha suscitado mucha controversia. Esto puede explicarse en parte por las perturbaciones del tráfico de mercancías y pasajeros. En un amplio tramo de la línea, el tráfico se detiene por completo. Mientras tanto, algunos consideran que los efectos de la modernización son relativos. El estado técnico de la infraestructura ya era bueno y el tiempo de viaje no se reducirá significativamente, son algunos de los argumentos que se escuchan.
La modernización de la línea E20 puede considerarse una continuación de las obras emprendidas en los años 90, cuando se aumentó la velocidad permitida a 160 kilómetros por hora en gran parte del recorrido. La digitalización del control del tráfico no desempeñó entonces ningún papel. Más bien, las modernas técnicas de construcción de vías dieron lugar a un aumento de la capacidad de la línea.