El Grupo Cabooter inicia la construcción de la mayor terminal interior de Europa
El operador neerlandés de terminales Cabooter Group ha iniciado oficialmente la construcción de una nueva terminal ferroviaria en Venlo. Esta terminal abarcará 28 hectáreas, incluidas ocho vías de novecientos metros. Según la empresa de la provincia neerlandesa de Limburgo, será la mayor terminal ferroviaria interior de Europa.
Unos ocho años de planificación y consultas han precedido a la realización de la terminal ferroviaria de Greenport Venlo. Si todo transcurre según lo previsto, la primera parte entrará en funcionamiento en septiembre de 2020. En ese momento se utilizarán 15 de las 28 hectáreas. El Director General, Hans Cabooter, espera iniciar la construcción de las 13 hectáreas restantes antes de finales de año.
En el concurso para la adjudicación, Cabooter no era el único candidato. ECT, que explota dos terminales de gran calado en el Maasvlakte, también compitió por el contrato de explotación. Sin embargo, los limburgueses se hicieron finalmente con el contrato.
Más de 20 millones
El proyecto requiere una inversión de más de veinte millones de euros, que la empresa holandesa paga de su propio bolsillo. Además, se han construido once kilómetros de vía alrededor de la terminal, por un total de 50 millones de euros. Este dinero ha sido recaudado por el Gobierno, la provincia de Limburgo y los municipios de Venlo y Horst aan de Maas.
Las autoridades han impulsado la llegada de la terminal para propiciar el llamado cambio modal. Los gobiernos quieren que cada vez se transporte menos carga por carretera y más por vía marítima interior o, en el caso de la nueva terminal, por ferrocarril. También quieren garantizar más empleo en la zona de Venlo, una región que se ha convertido en un importante centro logístico en los últimos años.
600.000 TEU al año
La ambición de Cabooter por una nueva terminal se debe a que se ha quedado sin capacidad en sus actuales emplazamientos de Blerick, Venlo y Kaldenkirchen (Alemania). El nuevo emplazamiento no sustituye a una o varias de las terminales existentes de la empresa, sino que pretende ser una ampliación para hacer frente al crecimiento previsto de la demanda. La terminal tendrá una capacidad máxima de 600.000 teu al año. Por cierto, Cabooter no sólo apunta a la manipulación de contenedores, sino también al transporte de remolques por tren.
Por ello, la nueva terminal contará con ocho vías de novecientos metros. Esta longitud se proyecta principalmente debido a que los operadores de transporte ferroviario contemplan cada vez más el uso de trenes de mercancías más largos, de 740 metros. Naturalmente, esto requiere también una vía más larga.
«Esto afecta sobre todo a los trenes con origen y destino en Rotterdam», explica Cabooter. «En esa ruta, toda la infraestructura está preparada para trenes tan largos. Pero si, por ejemplo, vamos a Italia, nos encontraremos por el camino con puentes y túneles que no pueden soportar un tren de 740 metros y habrá que pensar más bien en una longitud máxima de 550 metros. » No obstante, Cabooter pensó que merecía la pena la inversión extra.
Conexiones
Además de la conexión con Rotterdam, la empresa también mira al sur de Europa, por ejemplo Italia, y al norte, sobre todo Escandinavia. Pero Cabooter también ha puesto el ojo en el este de Europa, a través de una conexión con la capital húngara, Budapest, y el Lejano Oriente.
La compañía tiene una terminal en Bakú, la capital de Azerbaiyán. Ésta debe convertirse en un importante punto de giro, sobre todo para el transporte hacia y desde China a través de la Nueva Ruta de la Seda. A continuación, Cabooter piensa explícitamente en la carga procedente del sector del comercio electrónico.
«Vemos que la mayoría de los productos de las tiendas web se fabrican en China. Lo que tenemos en mente es que la mercancía va de China a Kazajstán y luego se transporta a través del mar Caspio hasta Azerbaiyán. Desde allí sigue en dirección a Venlo». ¿Cabooter también tiene en cuenta la ruta que atraviesa Rusia? «Allí vemos a menudo boicots. Por eso empezamos a buscar una ruta alternativa para el comercio con China».
Duisburgo no está contento
La terminal de Venlo no está lejos del puerto de Duisburgo. Allí también se planificó el año pasado la construcción de la mayor terminal interior del mundo, en la que los alemanes colaboran, entre otros, con el consorcio estatal chino Cosco. No se trata de una terminal ferroviaria, sino de una variante trimodal. Tendrá 22 hectáreas.
El hecho de que, a menos de cincuenta kilómetros, Cabooter tenga previsto construir una terminal aún mayor no podía contar con mucha comprensión por parte de los alemanes. Duisport se ha opuesto a la llegada del competidor, pero no ha sido aceptada.